martes, 14 de febrero de 2012

EL ARTE NO SIEMPRE NOS HACE MEJORES

En algún sentido, este posteo viene a ser la continuación de una idea -nada original pero idea al fin- que escribí en éste otro artículo:

Es indudable que Martin Heidegger tenía mucha mayor capacidad hermenéutica que Carlitos Tevez cuando de analizar textos complejos se trata. Y sin embargo fue capaz de coquetear con el nazismo.

BIOY: “(…) los intelectuales ven con simpatía todo lo peor: al comunismo y, por qué no, al justicialismo”. BORGES: Sí. Y no podés decir nada contra los negros. ¿Vos sabés que en los países negros de África, ahora que se libraron de la opresión del colonialismo, se practica la esclavitud y la venta de esclavos?”.

BORGES: “Me preguntaron si me gustaba Brasil. Les dije que no, porque era un país lleno de negros. Eso no les gustó nada. No se puede decir nada contra los negros. El único mérito que tienen es el de haber sido maltratados y eso, como observó Bernard Shaw, no es un mérito”. (Del libro “Borges”, de Adolfo Bioy Casares)

Es muy difícil contradecir un hecho que para mí es incontestable: no existe nexo causal necesario entre estar en contacto con el arte con mayúsculas y ser un buen tipo. Ok, se puede ser un hijo de puta y un ignorante, pero... Digo más: la barbarie de la Europa moderna, el advenimiento del nazismo y el estalinismo, el asesinato masivo y la proliferación de campos de concentración no brotaron del desierto de Gobi ni del Amazonas: surgieron del meollo de la civilización europea. Los gritos de los asesinados podían escucharse en las universidades; el sadismo se ejercía a metros de museos y teatros.

Diez años después de que la Gestapo hubiera salido de París, los compatriotas de Voltaire estaban torturando argelinos, o torturándose entre sí, lección que aprendieron muy bien varios milicos argentinos.

Me resulta muy jodido mantener la confianza en la civilización occidental, en la herencia helénica y la racionalidad cristiana, como si las atrocidades fueran ajenas a su estructura. Sabemos que algunos de los hombres que concibieron y administraron Auschwitz habían sido educados para leer a Shakespeare y a Goethe, y que no dejaron de leerlos. Somos capaces de responder con mayor inmediatez a la tristeza literaria o cinéfila que al infortunio del vecino del barrio.

DEMOCRACIA Y "DANDISMO":

El dandi baudelaireano es quien unifica las virtudes del gentleman, y viene a ser la acusación viviente contra el igualitarismo burgués y democrático. El dandi es el orgulloso que siempre debe disponer de recursos para no sorprenderse por nada ni caer en lo vulgar, conservando una risa estoica ante las situaciones más apremiantes.

Para Baudelaire no existe gobierno razonable que no sea el aristocrático. Nos queda re claro si leemos el siguiente fragmento de Mi corazón al desnudo:

“¿Han experimentado ustedes, cuando su oscuridad de paseante les ha metido en un levantamiento, la misma alegría que yo al ver a un guardián del sueño público –policía o municipal, el verdadero ejército- maltratar a un republicano? Y como yo, ustedes se habrán dicho en su corazón: ‘Maltrata, golpea un poco más fuerte, aporrea, aporrea, municipal de mi corazón; porque en ese aporreamiento supremo, yo te adoro, y te juzgo semejante a Júpiter, el gran justiciero. El hombre a quien tú golpeas es un enemigo de las rosas y de los perfumes, encarnizado del lujo, de las bellas artes y de las bellas letras, iconoclasta jurado, ¡verdugo de Venus y de Apolo! Él no quiere trabajar, humilde y anónimo obrero, en las rosas y en los perfumes públicos; quiere ser libre, el ignorante, y es incapaz de fundar un taller de flores y de perfumes nuevos. ¡Aporrea religiosamente los omoplatos del anarquista!”.

Armonizar las esferas de la política, la ética y la estética es una de las tareas más difíciles del mundo. Subordinar una esfera a las restantes suele ser una absoluta catástrofe. El arte no es suficiente, hace falta la política; la política no es suficiente por sí misma, necesitamos la ética; la ética no se basta a sí misma, necesitamos al Rabino Blumberg (?)

4 comentarios:

  1. Buen post. No puedo mas q coincidir.
    Saludos cordiales

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  2. Eduardo Reviriego (Daio)14 de febrero de 2012, 14:59

    Nos dice Claudio Magris que dedicarse a la literatura, a la filosofía o el arte, por sí sólo no es garantía de una humanidad civil e ilustrada, el intelectual no es necesariamente representante de los valores de la verdad, la libertad y la moral sin compromisos y muchos de ellos sucumbieron y sucumben a la lógica del poder y el dominio.- Utopía y desencanto. Historia, esperanzas e ilusiones de la modernidad. Anagrama. Barcelona. 2001. págs. 35/38.-
    Es cierto, quien no recuerda al gran poeta Pablo Neruda, cuando escribe: “Su sencillez y su sabiduría, su estructura de bondadoso pan y de acero inflexible nos ayudará a ser hombre cada día, cada día nos ayuda a ser hombres”en su Oda a Stalin.- Y en la otra vereda a Louis-Ferdinand Céline, con sus recomendaciones a los nazis ocupantes de Francia para que aceleraran la represión contra los judíos.
    Ante los horrores del siglo XX, se pregunta George Steiner: "¿Por qué las tradiciones humanistas y los modelos de conducta resultaron una barrera tan frágil contra la bestialidad política? En realidad ¿eran una barrera? ¿O es más realista percibir en la cultura humanística expresas solicitaciones de gobiernos autoritarios y crueldad? En: El castillo de Barba Azul. Gedisa. Barcelona. 2001. pág.48.
    Demasiadas preguntas.

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  3. La genialidad en un campo artístico, científico o incluso deportivo suele implicar una paralela e increíble ineptitud para casi todo lo demás. Es una cuestión de tiempo dedicado, creo.
    Por otro lado, Borges nunca salió de la biblioteca del padre: sus opiniones políticas eran las normales en un burgués ilustrado de la Buenos Aires de fines del siglo XIX, desde la anglofilia hasta el racismo. Obviamente, 50 años después, esas opiniones sonaban excéntricas a sus contemporáneos, cuando no ofensivas.

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  4. Muy buenas citas Daio. A George Steiner, el tema lo obsesionaba.
    Cine, a Borges lo bancamos igual, porque escribe como los dioses jaja. Y es posible que dedicarse mucho a un sólo campo te vuelva ignorante en las otras esferas de la vida. Además el libro no tiene olor, no muerde, no necesita que le prestes plata, si molesta uno lo cierra.
    Saludos!

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