viernes, 28 de octubre de 2011

INTELECTUALES, PERIODISTAS, HECHOS E INTERPRETACIONES


Hasta donde leí, Nietzsche jamás dijo que no existiesen hechos sino interpretaciones de los hechos. La cita correcta, si mal no recuerdo, era: “no existen hechos morales, sino interpretaciones morales de los hechos”.

Post Scriptum: "Contra el positivismo, que se detiene en los fenómenos: 'solo hay hechos -yo diría: no, precisamente no hay hechos, sino sólo interpretaciones. No podemos constatar ningún hecho 'en sí'; tal vez sea absurdo querer algo por el estilo" (Fragmentos póstumos, aportados x el amigo Cine Braille).


Más allá de eso, la distinción fundamental que deben tener en cuenta quienes ejercen el periodismo y la opinología es la que divide los hechos comprobados de la ficción.

Roma venció y destruyó Cartago en las guerras púnicas, y no a la inversa; la Guerra de las Malvinas sucedió entre abril y junio de 1982 e involucró a la Argentina y Gran Bretaña, y no a Pakistán o Groenlandia.

Otra cosa es la cuestión acerca de cómo reunimos e interpretamos los hechos. El periodista o el opinólogo intelectualmente honesto chequea la información, nos da herramientas para contrastar sus dichos, cita la fuente, suele incluir bibliografía alternativa o ampliatoria, pone links hacia páginas oficiales donde se publica tal o cual ley, etc.

Como bien ha dicho Hobsbawm: muy pocos relativistas son estrictamente fieles a sus convicciones, al menos cuando se trata de decidir cuestiones como si el Holocausto hitleriano tuvo lugar o no:

“Sin embargo, en todo caso, el relativismo no vale en la historia más de lo que vale ante los tribunales de justicia. Decidir si el acusado en un juicio por asesinato es culpable o no depende de la evaluación de las tradicionales pruebas positivistas, si las hay. Cualquier lector inocente que se encuentre en el banquillo de los acusados hará bien en apelar a ellas. Son los abogados de los culpables los que echan mano de argumentos posmodernos para la defensa”. (Hobsbawm Eric, Prefacio del libro "Sobre la historia")

Un modelo ejemplar de estilo periodístico lo constituye la “Carta abierta a la Junta Militar” de Rodolfo Walsh, escrita con una contundencia, un despojamiento y un rigor argumentativo realmente excepcionales. Walsh no nos habla de la cara de malo de Massera o del bigote de Videla, sino que aporta datos concluyentes. El tipo tuvo inteligencia, talento y coraje, no se limitó a disfrazar sus prejuicios de citas eruditas o lenguaje pretencioso. Tampoco se le ocurrió enturbiar las aguas para hacerlas parecer profundas.

Necesitamos más periodismo de investigación, y no tantas peticiones de principio, citas de autoridad y filosofía mediática para consumo de señoras escandalizadas.

Para no alargar más toda esta perorata, me limito a  copiar un post muy bueno que leí en el blog Nestornautas. Está dirigido a los intelectuales anti-kirchneristas, pero puede extenderse a todos los opinólogos, incluyendo a quien escribe este post:




Por Raúl Degrossi

El domingo Cristina se encamina a obtener un triunfo electoral rotundo, probablemente con el mayor porcentaje de votos que haya obtenido un presidente desde la vuelta a la democracia; seguramente con la mayor distancia con el segundo de la historia argentina.

Con ese triunfo, el kirchnerismo completará doce años consecutivos en el poder, tres mandatos presidenciales, algo que ningún otro movimiento político había conseguido nunca antes en la historia argentina.

Datos de la realidad que hablan de un proceso político que merece un análisis profundo, que aborde toda su complejidad; y que desde la vereda de enfrente -es decir aquellos que critican al kirchnerismo, o directamente lo detestan- todavía está pendiente.

Como el triunfo de Cristina implicará -entre otras cosas- que mucha gente (Sarlo, Abraham, Caparrós, Aguinis, Asís, Kovadloff, Sebrelli, Gregorich y siguen firmas) deberá soportarla a ella y al kirchnerismo otros cuatro años, van unos sencillos consejos para ver si logran levantar la puntería, y contribuyen a mejorar la calidad del debate político en la Argentina:

1. Un proceso político que se extenderá por doce años encierra -necesariamente- complejidades, marchas y contramarchas, contradicciones. Por ende, deseche de inmediato -para tratar de entenderlo o explicarlo- toda explicación simplista o monocausal: correrá el riesgo de no acertar a entender nada, y si no lo entiende, no lo podrá explicar, por más que trate.

2. Es de buen tono en la disputa democrática  no etiquetar de antemano al adversario, menos con desmesuras históricas. Decir cada diez minutos que el gobierno es una dictadura o que practica el fascismo, no ayuda a que la gente común comprenda no ya lo que ustedes opinan del kirchnerismo; sino lo que es una dictadura, o  lo que fue el fascismo.

3. Someta a permanente crítica todos los argumentos, empezando por los propios; y no acepte ninguno que -analizado con cuidado- demuestre que fue construido bajo el previo y necesario supuesto de que los eventuales interlocutores (sean estos lectores, oyentes, televidentes o asistentes a una conferencia), son tarados o estúpidos.

4. Ensaye permanentemente explicaciones del fenómeno kirchnerista prescindiendo de los vocablos “clientelismo” y “cooptación”, u otros similares, que presupongan que alguien obra exclusivamente movido por el dinero. Todos los movimientos políticos de la historia -aun los más execrables como el nazismo- han tenido quienes adhirieron a ellos por razones que juzgaron valederas; aunque uno no las comparta. El asunto para el intelectual es tratar de entenderlas, no de juzgarlas.

5. Deseche por inservibles todos los argumentos vinculados a la “impostura” del kirchnerismo, según los cuáles este se apropiaría de causas justas en las que en realidad no cree; y tampoco pierda demasiado tiempo en buscar en todo acto político -aun en el más noble o beneficioso para el conjunto- las verdaderas intenciones ocultas; y menos que menos las decrete a priori como macabras. No explicará nada con eso, y ni con la máquina de la verdad de Chiche Gelblung podrá demostrar su punto: lo relevante es lo que alguien hizo, sea bueno o malo; por que lo hizo (o peor aun: por que cree usted que lo hizo) es secundario, y puede llegar a ser irrelevante.

6. Deje de repetir constantemente que el kirchnerismo en el gobierno busca “tener caja y acumular cada vez más poder”: no hubo un gobierno en la historia que renunciara a tener y acrecentar una y otra cosa; excepción hecha quizás del de De La Rúa. Ambos elementos son consustanciales a la idea misma de lo que es un gobierno (según la define unánimemente la teoría política); de modo que repetir eso lo convertirá en el hazmerreír de los que entienden del asunto. Concéntrese más bien en analizar para que se usan los recursos de la “caja”, y los instrumentos del poder.

7. Nunca olvide que las personas -en tanto ciudadanos- obran políticamente según sus propias racionalidades instrumentales, y lo que usted considera importante o vital, para otro puede no serlo tanto. Dejar de lado esta regla elemental y sencilla de análisis puede llevarlo a repetir sandeces como “claro, la votan porque cobran la jubilación del ama de casa o la asignación universal, y se olvidan del Indec y el Consejo de la Magistratura”, o peor aun: “ganan las elecciones porque la economía anda bien, la gente tiene trabajo y le aumentan el sueldo, y el gobierno les hace cloacas”. Piense por un momento -sólo por un momento- que en esas circunstancias, lo ilógico sería que el kirchnerismo perdiera las elecciones.

8. No olvide que todos (hasta los propios corruptos) dicen ser honestos y combatir la corrupción; de modo que centrar el análisis político exclusivamente en ese aspecto lo llevará a un irremediable punto muerto: todos le darán la razón, pero nadie le dará bola, porque queda mal darse por aludido en público con ese asunto. Por otra parte, no se puede afirmar que se cree en las instituciones, y al mismo tiempo pretender que, simplemente porque uno diga que alguien es corrupto, ese alguien deba ir de inmediato preso, sin necesidad de pruebas, sentencia o juicio alguno.

9. Respete la expresión de la voluntad popular en todas las circunstancias, le gusten o no sus resultados: no es lógico sostener que los votantes son lúcidos ciudadanos independientes cuanto votan a Macri en la Capital, y pobres víctimas del clientelismo cuando hacen lo mismo con Gildo Insfrán en Formosa. Es casi obvio destacar que, en democracia, todos los votos valen lo mismo: uno.

10. No reclame con insistencia ir a lugares a los que -si lo invitaran- jamás iría, como lo prueba el hecho de que los descalifica de antemano, permanentemente. O sea: no despotrique porque lo excluyen de los medios manejados por el Estado, o que son afines al gobierno; cuando dice todo el tiempo que allí sólo aparecen obsecuentes alcahuetes del poder, que venden su alma por dinero.

11. Resista la tentación de salir corriendo rápidamente a escribir un libro sobre el kirchnerismo y sus circunstancias al calor del momento político, nada más que para poder llegar a tiempo a la Feria del Libro. Las urgencias de las editoriales (y de la propia cuenta bancaria) no suelen ser buena compañía para la reflexión crítica.

12. Infórmese debidamente en forma previa cuando vaya a incursionar en temas ajenos a su área habitual de competencia, cualquiera sea ésta; en lo posible por fuentes científicas y sin recurrir a Wikipedia. Un intelectual no es un todo terreno ni un “experto en cosas”; menos un Pico Della Mirándola, de quien se decía en su tiempo que “sabía de todo lo sabible”. No atender debidamente este punto puede resentir su credibilidad: si usted es crítico literario y dice sandeces sobre economía o sanatea sobre derecho y alguien se da cuenta, probablemente y por carácter transitivo, dejen de comprar los libros que recomienda. 

13. No diga todo el tiempo que es una persona informada porque lee los diarios o mira todos los noticieros, de un intelectual se espera algo más que eso para comprender la realidad y explicarla. Además le acercamos un dato que puede resultar de interés: los medios que lee, mira o escucha a diario, podrían no estar dando una visión completa y plural de la cosa.

14. No repita la bobada de que un intelectual debe ser crítico y estar siempre en contra del poder, y que éste reposa exclusivamente en el Estado: es una idea de la sociedad que se remite a la Carta Magna de 1215, o sea un poco pasada de moda; y un intelectual es –por sobre todas las cosas- alguien que reflexiona, sea donde fuera que su reflexión lo conduzca. ¿O acaso si usted es marxista y mañana se implanta la dictadura del proletariado se va a poner de inmediato en contra, de puro crítico nada más?

15. Tampoco ande diciendo todo el tiempo y por cuanto medio tenga a su alcance, que lo censuran o lo prohíben, porque es un oxímoron: si eso realmente pasara, no podría decirlo, simplemente. Además mirarse permanentemente el ombligo (o tomar exclusivamente en cuenta lo que le pasa personalmente) no es un buen punto de observación para analizar los procesos sociales.

16. No renuncie a la propia identidad política y asúmala sin complejos, sea de izquierda, de derecha, radical, socialista, peronista o -sobre todo- anti peronista: es una de las cosas buenas de haber reconquistado la democracia, nadie debe andar escondiendo sus preferencias. No luche consigo mismo, fingiendo todo el tiempo ser lo que no es, y trate de ser coherente con lo que es, asumiendo las consecuencias. Siempre es bueno -y pertinente al debate- aclarar el lugar desde donde uno habla.

17. Sin caer en el argumento ad hominem, tenga en cuenta con quienes coincide o disiente con frecuencia en sus argumentos, y si le sucede que casi siempre está en compañía de manifestaciones de la mente humana no debidamente tratados aun por la sicología como Carrió, o exponentes vivientes del fracaso del sistema educativo como Majul, revise su discurso: algo debe estar haciendo mal.

18. Resista por todos los medios la tentación de hacer pronósticos o responder a los que se los pidan, el análisis de la realidad  política y social no corresponde al ocultismo o las ciencias arcanas. No se espera de un intelectual (no debería esperarse, al menos) la adivinación del futuro, menos tratándose de procesos sociales, que no tienen las leyes de causalidad inexorables de los fenómenos naturales.

19. No confunda la realidad con los propios deseos: por más que usted quiera que Cristina y todo el kirchnerismo estallen por los aires por autocombustión espontánea, eso no sucederá; y si es irracional esperarlo, peor aun es decirlo una y otra vez, como predicción resultante del análisis. De un intelectual se espera -justamente- que apele al intelecto como sublimador de las pasiones y sentimientos.

20. Por último y por sobre todas las cosas: bajo ningún concepto acepte que lo llamen “intelectual”, al menos hasta que haya hecho algo realmente digno de que le asignen tal título.

Y ni aun así se la crea, porque esto es como en el boxeo: al título hay que revalidarlo todos los días.     

jueves, 27 de octubre de 2011

LA VANGUARDIA ILUMINADA Y SU IDEA DE "PUEBLO"

Lean el contenido del siguiente post, titulado "Del pueblo y sus engañadores". Fue escrito por un tal "Sigfrido", quien pretende "filosofar con el martillo". Uno presume que "Sigfrido" adora la música de Wagner y adhiere a un discurso de  tono profético y elitista, de indudables raíces nietzscheanas.


Usar a Nietzsche para interpretar las conductas democráticas se complica, porque se trata de un pensador de ideas fundamentalmente aristocráticas. Tratar de aplicar conceptos del autor de las Considerraciones intempestivas al fenómeno peronista o kirchnerista puede llegar a dar como resultado una catarata de gansadas eruditas, escritas en un estilo oracular e hinchado de vanidad.


El crítico literario George Steiner ha demostrado muy bien que las humanidades no siempre humanizan: el saber librezco no necesariamente te hace más generoso, más solidario ni más democrático, e incluso hay varios casos donde se ha dado el proceso inverso. Muchos jerarcas nazis, luego de torturar a los prisioneros de los campos de concentración, volvían a sus casas, besaban a su esposa y a sus hijos y ponían música clásica. El campo de concentración de Buchenwald ("bosque de hayas") debe su nombre a un bosque por donde caminaban personalidades de la cultura alemana, como Goethe, Schiller, Herder, Schelling. Para decirlo con Benjamin, "no hay documento de cultura que no sea, al mismo tiempo, de barbarie".


Nietzsche no concibe una diferencia sustancial entre democracia y socialismo: tanto la una como el otro predican el igualitarismo, y ambos son los auténticos herederos del cristianismo y su moral de esclavos. El cristianismo allana el camino al igualitarismo al sostener que todos los hombres son iguales en aspectos decisivos: tienen en Dios un padre común; y todos son pecadores.

Para Nietzsche, la opinión pública da lugar a la pereza y la molicie, que engendran la conformidad. En fin, no pienso extenderme mucho en estas consideraciones. En política no se trata de hacer de la vida una obra de arte. La política y la estética son esferas autónomas muy difíciles de conciliar.

¿Cómo mierda pretende Sigfrido que la mayor parte del pueblo argentino adhiera a un proyecto político basándose en semejantes ideas? ¿Pretenderá que Cristina y su gobierno ayuden al pueblo a adquirir autoestima mediante la promoción de las óperas de Wagner y la lectura de la filosofía de Nietzsche y Schopenhauer? ¿Un pibe criado en una villa miseria, entre la basura, al ritmo de la cumbia y el reggaetón, sin perspectivas de futuro, debe "regenerarse" mediante la promoción de la música de Beethoven?

Me resulta un post muy interesante como paradigma de un discurso de la anti-política, por parte de alguien que se siente "por encima" del pueblo ignorante, a quien concibe como una  masa que se deja engañar por políticos corruptos e inescrupulosos.

Más allá de la retórica filosófica, es un discurso próximo a la concepción de sentido común, que reduce el voto popular a "se dejan engañar por políticos ladrones y mentirosos, vendiendo el voto a cambio del paty y la coca/el tetra y el chori".

Respecto de la noción de "clientelismo", remito a una discusión muy interesante escrita por María en éste link.

No tiene mucho sentido abundar en detalles. Mi limito a citar el texto "in extenso", junto a dos comentarios ilustrativos del desprecio al voto de los sectores populares:

Yo tengo algunas cositas que decirles a esos crédulos miembros del rebaño humano, que cómo títeres se dejan manipular : Pues ni bien un líder obsecuente de turno les habla y les llama su pueblo, caen rendidos ante sus discursos llenos de lugares comunes y frases usadas y trilladas cientos de veces. Algunas cositas tengo que decirles de esos lideres : ellos les mienten, simple y llanamente, con bella habilidad llenan sus oídos de las palabras que ustedes quieren escuchar, pues estos lideres de caretas finas adoran usar la palabrita "pueblo" en todo lo que hacen. Es más : pondrán su mas actuada cara bonachona y dirán que ellos mismos son el pueblo y que viven para el pueblo, y que todo lo hacen, ¡ por el pueblo! El rebaño vitorea y se arrodilla, lame los pies de esos obsecuentes, se sienten seguros y protegidos siento parte de "un pueblo", perder su individualidad y su capacidad de pensar libremente, ya que lo consideran una pesada carga. ¡Más vale ser uno más del montón y que manejen el destino de uno que decidir a pensar y actuar por uno mismo!No están sólo esos líderes aduladores, también tienen a sus obispos y laderos, a intelectualoides y artistuchos decadentes que por tener una renta del estado son capaces de lamer las botas del poder y defenderlo a ladridos secos.

Me da asco ver semejante circo, del que tantos patéticos espíritus participan, creando fanatismos y verdades absolutas que defienden la mentira, la manipulación, la estafa y la corrupción.

Que no pierdan la cordura aquellos pensadores y espíritus libres que no se dejan engañar y aunque el rebaño mediocre y obediente los discrimine y escupa, sigan siendo como son, libres e indómitos.

Pongo dos comentarios que me parecen sintomáticos:

maria cristina dijo...

Todo bien Sigfrido, coincido con vos, pero a quién votamos? Somos libres de elegir pero no tenemos al que nos conviene. Yo la sigo a Carrió que aunque se hace odiar dice la verdad. Y no importa si soy la única ja ja ja

Lucas dijo...
Pero, ¿no es la política el arte de la mentira y la traición? Decime si existe un solo político que no haya hecho promesas que luego no cumplió. Lo importante en la política es saber a quién dirigir las mentiras. Si tenés un pueblo parásito, despreciable y atorrante, con unas pocas migas que te sobren los comprás para toda la eternidad. Te legitimás, diciendo que si te vas y dejás el poder a otro, se acaban las cuotas, los planes y la guita sin trabajar. Todos estos gobiernos populistas (y la palabra popular nunca tiene un buen sentido, es siempre despectiva, es sinónimo de berreta, poco instruído, descuidado, holgazán, en fin, un grupo de gente que reivindica lo peor del ser humano y desprrecia todo aquello que se consigue con esfuerzo y sacrificio) son corruptos, de rapiña. No hay que hacer tratos con ellos ni concesiones, hay que derrocar al capital. Si querés pensamiento libre, tenés que terminar con el estado y toda forma piramidal de gobierno. Vos podés ser más libre en tanto y en cuanto los demás lo sean. No se puede tolerar que haya un grupo de inescrupulosos que te digan cómo vestir, qué ver y decir siguiendo supuestos preceptos morales y/o religiosos. Tampoco se puede permitir idioteces como la de hacer sufrir a todo el planeta por un montón más de plata que no piensan gastar sino amarrocar, que sean tres o cuatro podridos en plata y la mayoría contamos las monedas para el colectivo o andamos en bicicleta.Todos asienten y dicen que sí, pero toleran todas esas injusticias porque son comunes, son triviales, y dentro de poco las considerarán "naturales". Pero todos sabemos que es mentira y sin embargo, acá estamos, quejándonos mientras el monstruo corrupto y hambriento medra con la idiotez e ignorancia de muchos.

miércoles, 26 de octubre de 2011

EL EMPLEADO PARANOICO


Cuento una anécdota que hace poco me relató mi viejo. Escribo sin agregar al contenido del post ninguna floritura literaria ni exageración.

Hace un tiempo fue al Consulado de España a hacer un trámite. Lo atendió un empleado español, quien casi de la nada le confesó haber recibido varias llamadas en los últimos días: "llaman y cortan". Como material de prueba le mostró una libreta llena de "marquitas" hechas en lápiz, tipo anotación de truco, donde llevaba la cuenta del número de veces que habían llamado y cortado.

El tipo suponía que estaban haciendo, desde el gobierno argentino, un espionaje a las embajadas. También dijo que en el gobierno de los Kirchner habían desaparecido 10 mil personas, pero nadie lo sabe "porque son muy eficaces para taparlo". Además aseveró que Cristina formaba, con Obama y Chávez, una especie de logia ultra secreta.

Por si fuera poco, añadió que -en represalia por el acuerdo secreto entre los presidentes de la Argentina, Venezuela y Estados Unidos- el gobierno de China nos había hundido "seis buques".

Le recomendó al viejo la lectura de un libro titulado “Nadie vio Matrix”, y una página llamada www.mundoprofecias.com

Por lo que dijo el gaita, el libro -o la página- hace mención a una profecía de Don Orione, según el cual un presidente iba a ser colgado o condenado "por los pies". El tipo estaba seguro que eso le iba a pasar a Cristina.

En fin… hay gente para todo.

lunes, 24 de octubre de 2011

FRASES LILITACARRIOTENSES DE OCTUBRE 2011

La gran estadista Biblita Naranja Mesiánica Mentalista Carrió nos arrojó poderosas frases:

"(...) nosotros encabezaremos la resistencia al régimen de Cristina Kirchner" (para algún extranjero que no lo sepa, sacó el 1,88% de los votos).

Obviamente, Biblita habla de "resistencia" en su convicción de que vivimos bajo un régimen "fascista".


"Es muy bueno ser nada, porque ganás en libertad". Esa frase es verdaderamente GENIAL. Si algo quiere una persona que tiene vocación política es SER NADA, para ganar en libertad y desde ahí disputar espacios de poder (?) ¿Qué pensará Adrián Pérez, un tipo joven que por edad podría hacer carrera política varios años más, como para seguir apoyando a semejante líder?

La frase me recordó el comienzo de  Tabaquería, el gran poema de Fernando Pessoa:

"No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo".

Otras frases célebres, que se agregan a su amplio repertorio:

"(...) vas al supermercado, y te encontrás al narco en la esquina de tu casa".

"La sociedad no quiere la verdad, no le gusta la autenticidad (...) los entiendo y los quiero".

Cuando estés mal, cuando estés solo; cuando ya estés cansado de llorar, no te olvides de Biblita, porque su cariño te puede estimular.

domingo, 16 de octubre de 2011

ENTREVISTA DE JORGE LANATA A RAFAEL CORREA


Para decirlo de modo contundente: cierta "subjetividad colonizada" que tenemos muchos argentinos hace que entre nosotros exista una tendencia a la completa ignorancia y al desinterés acerca de la realidad política de América latina.

Sencillo: ¿cuánto cine yanqui han visto a lo largo de su vida y cuántas películas/libros relacionados con Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia conocen? Ok, si eso no es "subjetividad colonizada" entonces traten de pilotear su respuesta. ¡Ojo! Podrán notar si leen el blog que yo consumo muchísima cultura, arte y pensamiento de Europa y Estados Unidos. Sigo:

Personalmente me joden quienes comparan -implícita o explícitamente- nuestros gobiernos con una idea platónico-celestial-escandinava de democracia, para terminar concluyendo que todos los neo-populismos (por llamarlos de algún modo) son cuasi fascistas, autoritarios, perseguidores paranoicos de la “prensa libre”, etc. También me indigna la falta de información y la tergiversación de las medidas políticas de los presidentes vecinos por parte de la mayoría de los medios privados.

Aquí les dejo la entrevista de Jorge Lanata al presidente de Ecuador, Rafael Correa (Guayaquil, 1963), y luego la voy a contextualizar. Advertirán que muchos de los prejuicios de Lanata hacia cierta idea de “ataque a la libertad de prensa de presidentes populistas autoritarios” pueden extrapolarse, con muchos matices, a nuestro país.

Parte 1:


Parte 2:


Parte 3:


HAGAMOS MEMORIA:

Para que no parezca que Correa cayó del cielo, voy a contextualizar un poco su aparición refritando párrafos del muy buen libro de José Natanson: La nueva izquierda. Triunfos y derrotas de los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela, Chile, Uruguay y Ecuador:

Desde 1997, Ecuador inició un ciclo de fuerte inestabilidad política, que lo llevó a batir el récord regional de gobiernos cortos, con ocho jefes de Estado en menos de diez años.

En agosto de 1996, el impresentable Abdalá Bucaram –hijo de una influyente familia de la costa, ex atleta olímpico- ganó las elecciones con un discurso mesiánico y antipolítico que conquistó el apoyo de los ciudadanos, decepcionados por la crisis económica y la incompetencia de los viejos partidos. Sus primeras medidas como presidente fueron: el anuncio de que grabaría un disco con el grupo Los Iracundos, la decisión de no mudarse al palacio presidencial con el argumento de que carecía de una cancha de fútbol, el intento de contratar a Diego Maradona por un millón de dólares y la invitación a Carlos Menem para que cantaran tangos a dúo en la VI Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile. Además, claro, de un paquete de medidas económicas que incluyó un severo ajuste fiscal y un incremento de tarifas y que, junto a una corrupción desaforada, fue generando una creciente indignación en las clases medias y en el poderoso movimiento indígena.

Apenas seis meses después de su asunción, el Congreso apeló a una curiosa figura –“incapacidad mental”- y separó a Bucaram del cargo.

Resumo: acordaron reformar la Constitución, le dieron más poder al Ejecutivo y así le quitaron poder al Legislativo. En julio de 1998 asume Jamil Mahuad. Cae el precio del petróleo, lo cual en parte pone en jaque las cuentas públicas. El presidente intenta frenar la corrida contra el sucre y, tras declarar un largo feriado bancario, anunció la incautación de los depósitos. En enero de 2000, anuncia la dolarización de la economía.
Lo más notable de la dolarización no fue la decisión en sí, sino la manera inconsulta. Una medida de semejante peso, la más importante de la historia económica reciente de Ecuador, se adoptó de un día para el otro, sin hacer ningún estudio de impacto ni un análisis de las posibles consecuencias. Corolario: todavía están pagando las consecuencias. Lo digo sobre todo para los “honestistas” que creen que la política se reduce a quién roba y quién no roba. Les recuerdo también la debacle que propició el gobierno de De la Rúa al no devaluar a tiempo.

Ultrasintetizo: grupo de indígenas marcha por las calles en protesta por la dolarización de la economía y la crisis social, son apoyados por un grupo de militares, asume Lucio Gutiérrez (de 2003 a 2005). El tipo asumió el poder con un discurso levemente izquierdoso pero al toque se dio cuenta de que la cosa era difícil y no pudo cumplir una parte de sus promesas de campaña. La economía no lograba recuperarse y el clima político seguía crispado.

Gutiérrez ensayó un cambio de rumbo mediante la firma de un acuerdo con el FMI y un acercamiento a Estados Unidos y Colombia. Como era de esperar, el movimiento indígena le retiró su respaldo, y Gutiérrez no tuvo mejor idea que buscar una alianza con Bucaram, que aún controlaba un importante bloque parlamentario y con quien negoció un definitivo golpe de timón: en diciembre de 2004 ordenó la salida de todos los integrantes de la Corte Suprema y designó jueces amigos cuyo primer fallo consistió en anular las denuncias de corrupción contra Bucaram.

Corolario: líos, manifestaciones, Gutiérrez acusa de “forajidos” a los manifestantes, que le responden “que se vayan todos” (¿LES SUENA ESA FRASE?), etc.

El tipo ordenó la represión, las fuerzas policiales se negaron, pierde autoridad, etc.

Sigo la ultrasíntesis: emerge la importancia del movimiento indígena, de modo más o menos similar a lo ocurrido en Bolivia con Evo Moralez, aunque los ecuatorianos no tienen un líder claro. El vice Alfredo Palacio reemplazó a Gutiérrez. Temeroso de la ira social, Palacio designa una serie de técnicos y académicos apartidarios, entre los que sobresalía su joven ministro de Economía y Finanzas: Rafael Correa.

Correa nació en el barrio humilde de Pedro Carbo, en Guayaquil, en el seno de una familia de clase media baja de origen ultracatólico. Al terminar sus estudios secundarios viajó con un grupo de curas lasallistas a Zumbahua, un pequeño poblado indígena de Cotopaxi, para enseñar matemáticas en la precaria escuela local. Ahí aprendió nociones de quechua, lo que luego le fue útil en su posterior campaña política.

En fin, miren la entrevista y en un próximo post pongo más acerca de quién fue y es Correa. Para que no nos quedemos con la "mirada TN/La Nación" acerca de los presidentes de América latina.

Antes que me olvide: fíjense la queja de este amable defensor de la república y lector de La Nación respecto a las escandalosas (?) entrevistas de Filmus a presidentes de América latina.

sábado, 15 de octubre de 2011

PINK FLOYD Y LOS TEMAS HERMOSOS DE RICHARD WRIGHT

Hoy tenía ganas de recordar los preciosos temas que el tecladista de Floyd, Richard Wright (1943-2008), compuso para la banda.

Dos canciones que siempre adoré están en el segundo álbum: The Saucerful of Secret (1968):

Remember a daySee saw. La letra de see saw es muy linda.




Marigolds are very much in love, but he doesn't mind
Picking up his sister, he makes his way into the seas or land
All the way she smiles
She goes up while he goes down, down
Sits on a stick in the river
Laughter in his sleep
Sister's throwing stones, hoping for a hit
He doesn't know so then
She goes up while he goes down, down
Another time, another day
A brother's way to leave
Another time, another day

She'll be selling plastic flowers on a Sunday afternoon

Picking up weeds, she hasn't got the time to care
All can see he's not there
She grows up for another man, and he's down
Another time, another day
A brother's way to leave
Another time, another day
Another time, another day
A brother's way to leave 




De Atom Heart Mother (1970) se puede escuchar Summer 68.

Y por último, compuso el genial The great gig in the sky, que forma parte del insuperable The Dark Side of the Moon (1973).

jueves, 13 de octubre de 2011

SPARTACUS, BLOOD AND SAND Y GODS OF THE ARENA


Dioniso lo ha invadido todo: la Iglesia, los medios, la escuela, los sindicatos, las casas de familia. El Dios del vino y el paco ha vencido, y su contracara ya no es Apolo sino el tedio, el mismo que invade a los cientos de miles que ya no sabemos qué nueva serie mirar en cuevana. Apolo, por su parte, se limita a escribir giladas de 140 caracteres en su cuenta de twitter, y se angustia porque nadie las comenta.

Dioniso también está presente en las dos temporadas de Spartacus: Blood and Sand y Gods of the Arena. Aquí, el amigo Don Chango ofrece otra perspectiva histórica de la serie, centrándose en Espartaco.

La fórmula tiene una eficacia largamente probada: cuerpos trabajados, minas hermosas, abundantes muestras de sexo y sangre bajo una estética porno-soft, mezclados con una trama cuyos personajes manejan un lenguaje retórico y recargado, dejándose dominar por encendidas pasiones. La venganza, el amor, la ambición y la sed de gloria y poder son el condimento infaltable de cada capítulo.

UN POCO DE HISTORIA

La industria cultural suele recurrir a mitos falsos: por caso, no es cierto que los gladiadores hayan entrado en la arena diciendo: “César, los que van a morir te saludan”. La serie refleja bastante bien un hecho históricamente probado, como ser que en aquel tiempo las calles y las personas olían mal, la mayoría del pueblo se vestía con harapos y existían espectáculos llenos de violencia, sangre y miedo, que se desarrollaban a la vista de mucha gente.

A diferencia de lo que se muestra en la serie, muchos de los gladiadores del Imperio Romano eran voluntarios, como hoy lo son los boxeadores, los toreros y los pilotos de carreras. Nadie los compadecía porque no había motivo para hacerlo. El público iba a ver las peleas, y también ejecuciones de condenados a muerte -quienes generalmente morían bajo las garras de alguna fiera- y torturas y suplicios hacia algún otro condenado.

Como usaban escudos, corazas y cubrepiernas que los protegían muy bien, casi siempre la lucha se decidía por el cansancio o el desánimo. Veyne nos dice que el combate de gladiadores no era un duelo donde las armas decidían, sino que su lógica consistía en empujar a un desgraciado a declararse, por su propia iniciativa, derrotado, y a poner su vida en manos de un público que se sentía todopoderoso. La gracia del espectáculo radicaba en mirar el rostro del gladiador mientras se lo sometía al veredicto, así como su reacción y posterior degüello. “Del mismo modo, entre nosotros, el público elegante que asiste a los juicios sabe apreciar la esgrima verbal de los abogados, pero el gran momento sigue siendo aquel en que el jurado regresa a la sala y el condenado se dispone a saber si salva la cabeza” (Veyne).

El honor profesional de los gladiadores radicaba en mantenerse con dignidad y valor delante de su verdugo, no escapar de la sentencia del público ni mostrar temor ante la muerte. “Un gladiador, por mediocre que fuera, no llora, no muda de expresión; permanece firme, ofrece el cuello” (Cicerón, Tusculanas)

El público de la Antigüedad no acudía al anfiteatro para ver cómo dos espadachines asumían riesgos: iba a ver morir a unos hombres, y, con suerte, iba a hacerlos morir. Según Georges Ville, a principios de siglo un gladiador encontraba la muerte cerca de su décimo duelo, en tanto que bajo el imperio de Marco Aurelio, moría degollado ya en el tercer o cuarto combate.

Lo que uno se pregunta es: ¿cómo era posible que alguien eligiera morir de esa forma?  Procedieran de un ambiente acomodado o de la esclavitud, los gladiadores buscaban fama, lucha y dinero, pues el vencedor recibía una bolsa llena de monedas de oro arrojadas por la multitud al término del combate. Además, tenían todas las mujeres que quisieran, incluyendo las grandes damas.

Muchos republicanos lectores de La Nación, cuando quieren bardear alguna práctica peronista asociada al vulgo, tipo "fútbol para todos", recurren a la remanida frase “pan y circo”. Sin embargo, las peleas de gladiadores eran disfrutadas por un público heterogéneo, incluyendo hombres de letras -como Séneca y Horacio- y miembros de la aristocracia, que desde luego asistían al combate en ubicaciones privilegiadas.

En sus Confesiones, San Agustín cuenta una anécdota acerca de Alypus, un amigo suyo docto y refinado, quien al principio de la contienda mantuvo los ojos cerrados, pero al abrirlos se dejó llevar. Así fue como “apenas vio la sangre, él bebió de un sorbo la ferocidad y en lugar de apartar la mirada, la mantuvo fija en la escena, embriagándose de sangrientas voluptuosidades. Y también él miró y gritó, entusiasmado”.

CÓMO HACERSE GLADIADOR

"El apetito de gloria y el valor no eran suficientes: la figura del gladiador seducía también a los "marginales" de la sociedad y se reclutaba entre voluntarios procedentes de todas las clases sociales o más bien de todos los írdenes: nobles, hombres libres y esclavos.  Los nobles (caballeros o incluso senadores) eran, sí, la excepción, pues ser gladiador se consideraba un oficio infamante (como la prostitución o el oficio de actor en tiempos de Moliére), hasta el punto  que, salvo excepciones, un noble que peleaba en la arena se veía despojado de su rango. Pero los gladiadores eran principalmente hombres libres o bien esclavos. Cuando un hombre tenía vocación de gladiador, acudía a un empresario especializado, al que llamaban despectivamente un carnicero, lanista, un comerciante de carne humana. Este empresario lo contrataba y lo alquilaba a ricos mecenas que deseaban obsequiar a su ciudad ofreciendo un espectáculo de gladiadores" (Paul Veyne).

FIN DE LOS GLADIADORES

Los combates entre gladiadores desaparecieron por iniciativa de los cristianos, y se terminaron de extinguir hacia el 410 después de Cristo. No fue por piedad ni compasión, sino porque los cristianos eran contrarios a los espectáculos en general, pues la gente se excitaba y al excitarse dejaba de pensar en la salvación. Tal y como hoy ocurre con el público que mira películas de acción o consume pornografía, los cristianos temían el efecto sobre el espectador.

Los teólogos, por su parte, prohibieron los combates no tanto por caridad, sino porque este tipo de espectáculos desobedecía uno de los Diez Mandamientos, que indica no matar.

No se sabe a ciencia cierta si existió un emperador que haya prohibido las luchas por primera vez; parece  que se fueron extinguiendo solas, siendo sustituidas por la caza de fieras en la arena, no menos sangrienta y peligrosa. 

Respecto del contenido de la serie no se me ocurre decir mucho: aquí tienen el trailer de "Blood and Sand". Uno de los personajes principales es un "lanista", dueño de un "ludus" donde los gladiadores-esclavos se perfeccionan en el arte de la lucha cuerpo a cuerpo. La sangre fluye a borbotones, y los bajos instintos están siempre a punto de dispararse para cualquier lado.

miércoles, 12 de octubre de 2011

LA SELECCIÓN DE SABELLA PERDIÓ CON VENEZUELA

Lugar común al que adhiero: el pensamiento exitista/bilardista le hace mucho mal al fútbol. Analizar el resultado sin prestarle atención al juego es NEFASTO. A mí me molestó COMO JUGÓ Argentina, no tanto el hecho de que haya perdido contra Venezuela.

Si uno presta atención a los comentarios de Niembro en un partido donde juega el Barcelona, siempre destaca el error, como si el fútbol fuera ajedrez y los jugadores una mezcla de maratonistas con la mentalidad de Kasparov. Ese mensaje de mierda donde "laburar" es sinónimo de hacer dibujitos en la pizarra hace que ayer Di María haya jugado de doble pivot con Mascherano!!! En el fútbol hay que tratar de hacer fácil lo difícil, no de hacer difícil lo simple.

España ganó una Eurocopa y un Mundial seguidos cuando se dejó de joder con eso de "la furia" y entendió que tenía que jugar al fútbol.

El exitista es el que puteaba a Forlán porque era un "fracasado" y ahora cree que es un genio, goleador histórico de su selección y vamos arriba la Celeste.

Cuando asumió Sabella lo banqué, porque a priori me pareció -me sigue pareciendo- un técnico mejor que "no técnicos" como Diegote y Batista. Luego de ver cómo jugó el equipo ayer en la derrota contra Venezuela por 1 a 0, se me acabaron las palabras.

Mis únicos certezas en el equipo titular son Messi, Higuaín, Di María, Pastore y Romero, con  suplentes de lujo como Agüero o el Burrito Martínez. Son jugadores que desde luego pueden tener malos partidos, pero que si se incertan en un EQUIPO son jugadores de selección. Ahora si ponés a Di María de doble cinco con Mascherano...

No se me ocurre cuáles pueden ser los otros 6 jugadores para formar un once potable. Hoy en día, todo equipo ordenado que se nos plante atrás nos complica con poco y nada: orden defensivo, algún tiro libre, algún pelotazo para el nueve y jugadas de pelota parada. Ese equipo puede ser Venezuela, Uruguay, Bolivia o Sri Lanka.

Los dos últimos equipos que se sabía a qué jugaban, más allá de gustos personales, fueron los equipos de Basile y de Pekerman. El equipo de Pekerman en 2006 era un equipo equilibrado, que jugaba bien, era bueno en defensa y lastimaba en ataque. No fue suficiente para ganar un mundial -a la victoria no te la garantiza NADIE- pero ahora nuestro problema no es ganarle a España, Brasil o Alemania: antes tenemos que demostrar ser mejores que Venezuela.

Ganar o perder suele ser una consecuencia de cómo jugás, y de transitar un camino en el cual se tienen varios traspiés. Ahora hay que bancar a Sabella, porque no se puede sostener una idea de juego a partir del análisis de un resultado y de cambiar fichas constantemente de acuerdo a si ganaste o perdiste. El exitista pide cortar cabezas y rajar tipos a cada derrota. Yo no comparto esa dinámica: tengo que bancar a Sabella aunque no entienda porqué Di María jugó de cinco, qué méritos hizo Rojo o cuál es el motivo por el cual no hay jugadores para elaborar juego.

Hay que mantener una idea, como antes ocurrió con técnicos tan disímiles como Menotti, Bilardo, Pekerman o Bielsa.

¿No hay laterales? En la época de Pekerman tampoco teníamos a Maicon ni a Roberto Carlos. La defensa pekermaniana era Burdisso, Ayala, Heinze y Sorín. No hay que hacer que la cabeza se adapte al sombrero sino asumir que no tenemos laterales que lastimen. Hoy por hoy tenemos un funcionamiento en el que hay defensores que no defienden y laterales que ni atacan ni defienden. Los mediocampistas a veces se la dan al contrario cuatro de cada cinco veces, y no saben qué hacer cuando los rivales se agrupan atrás.

Ojalá ocurra el milagro, Sabella se ilumine y los melones se vayan acomodando en el camino. Por lo visto uno cree que Messi jamás va a ganar un mundial con la Argentina, salvo que haya una reestructuración a fondo y ni siquiera, porque faltan jugadores de jerarquía en algunos puestos y hay abundancia en otros.

Por último: Messi funciona si el entorno funciona, por algo ha hecho goles en casi todas las finales importantes que jugó con el Barcelona. No traten de que sea el salvador ni que "se ponga el equipo al hombro". Es un jugador acostumbrado a un club en donde todos saben lo que tienen que hacer. Ante la adversidad se frustra, se fastidia, se deprime. Si hacemos funcionar un equipo, él será la estrella.

En 2014, los favoritos son Alemania, Brasil y España. ¿La Argentina? Nosotros ni figuramos.

domingo, 9 de octubre de 2011

MEDIANOCHE EN PARÍS

Hermosos planos de la ciudad: Moulain Rouge, el Arco del Triunfo, el Ayrton Sena da Silva, los cafés, la lluvia. Un escritor bohemio y su mujer. El arte, la literatura, Francis Scott Fitzgerald, Manet, Monet, Cabernet, y la puta madre que te parió Woody. ¡¿Qué carajo quisiste hacer, mequeré decí?!

Lluvia, cuevana, matienzos con magdalenas ruíz guiñazú rellenas de dulce de leche, y ni poniendo pausa a cada rato me fue posible seguir viendo la comedia romántica protagonizada por Owen Wilson.

En algún momento, tal vez junte coraje y la termine... Pero es difícil que el chancho chifle, es jodido morderse el codo, no es sencillo que Gaby Milito cabecee un centro y es prácticamente imposible que yo me digne a seguir aburriéndome con semejante gadorcha.

viernes, 7 de octubre de 2011

LA ALTA CULTURA NO EXISTE


Para matizar -¡no confundir con negar!- el post anterior, pongo algunas frases de Casas que me han parecido atinadas:

La alta cultura no existe; para mí lo que hay es una cultura cruzada y mixturada con todo. Yo apuesto a que la gente se cruce.

 (...) 

“Cuando alguien se piensa como “el gran escritor de Boedo”, “el gran poeta argentino” o “el mejor escritor de ficción”, se convierte automáticamente en un imbécil. Eso me lo enseñó Gombrowicz: vos empezás a representar una forma que te limita, te morfa y te convierte automáticamente en un estúpido. A mí me parece que lo más interesante es ser un cruce y una multiplicidad de cosas”.

–¿Cómo definiría su estilo?

Yo hago “realismo Márcico” (por el ex jugador), reberreta (risas). Cuando estaba en Olé, puse de título “Realismo Márcico”, un día que Márcico la rompió. No me gusta que la gente empiece a volar por los aires, pero García Márquez es un escritor de la reputísima madre, no le llego ni al dedo. Hay un montón de cosas que no comparto con Vargas Llosa, pero es un escritor demoledor, extraordinario. Toda su primera etapa (Los jefes, Los cachorros) le hiperafané, y Cucurto también; lo desnudamos en la calle, le robamos a mano armada.

(…) A los escritores les gusta que les digan que son geniales y me parece una estupidez. Lo que está bueno es cruzarte con otras personas, con Pauls, que es rubio, y yo, que soy negro, porque si reivindicás sólo a los negros o a los rubios producís fascismo. A partir de ese artículo me escribió un montón de gente que ahora leyó Los lemmings por la crítica de Pauls.

–¿Realmente piensa que escribe para los pibes del barrio de Boedo o es más bien un deseo?

–No sé para quién escribo; a veces pienso que estaría bueno que me leyeran los chicos de Boedo. ¿Por qué hay una crítica que supone que un pibe de barrio no puede leer a Schopenhauer? Yo estudié filosofía. ¿Por qué un peluquero o una verdulera no pueden estudiar filosofía? Para mí, el verdulero o el zapatero pueden ser maestros zen. Ojo, también está el peligro de que termines escribiendo para el “realismo atolondrado” (por Cucurto) o el “realismo Márcico”. Es mejor escribir antes que ser escrito por la demanda del lector. Como decía Gombrowicz: vos gritás y terminás discutiendo con tu grito. El peligro es que crea que soy un “boedista zen” o un “realista Márcico”. A Marcelo Cohen lo admiro mucho, pero escribió un ensayo en Otra Parte en el que decía que Cucurto era la “infraliteratura” y Pauls la “hiperliteratura”. Y no estoy de acuerdo: la literatura es el cruce de todos, porque esa clasificación parece la visión de un oficial de aduanas de Estados Unidos que dice que fulano de tal entra porque es rubio y le niega la entrada a otro porque tiene cara de musulmán.

miércoles, 5 de octubre de 2011

EL PROBLEMA DE LA IGUALDAD


Jóvenes estudiantes de antropología, que saben de la influencia de la cultura y la historia en las concepciones estéticas y científicas: 1) ¿La Raulito fue más bella que Eva Green/Olga Kurylenko?; 2) ¿fue Maradona mejor jugador que el Pitu Abelairas? Si la respuesta a la primer pregunta es no, y a la segunda pregunta es sí, podemos empezar a entendernos. 

Cuando uno discute ciertos temas con personas que demuestran estupidez, siente temor de responder lo que piensa y que lo tilden de soberbio. Está claro que la noción de “estupidez” tiene mucho de subjetiva, y sin embargo ese sentimiento de estupidez ajena o propia es inevitable en ciertos contextos. Ojo, entiendo que todos ignoramos cosas diferentes. Pero vamos, ¿nunca discutieron de libros con alguien que no leyó un texto en su puta vida? ¿Nunca discutieron con un ignorante que se creía el rey del corso? Y a la inversa: ¿jamás se han sentido mínimamente mortificados al entablar alguna actividad conjunta o una conversación con personas de mayor talento o conocimiento?

Hanna Arendt le dijo a una amiga suya: “el vicio principal de toda sociedad igualitaria es la Envidia: el gran vicio de la sociedad griega libre. Y la gran virtud de todas las aristocracias es, a mi juicio, que todos saben quiénes son y, por consiguiente, no se comparan con otros. Este compararse constantemente es realmente la quintaesencia de la vulgaridad. Si no incurres en ese hábito espantoso, inmediatamente te acusan de arrogante, como si al no compararte te estuvieras situando por encima de todos. Un malentendido fácil de comprender”.

La igualdad es toda una cuestión, sobre todo para quienes nos identificamos con lo que podría llamarse una ideología “de izquierda”. La igualdad puede ser un gusano que corroe no sólo los viejos cimientos económicos y sociales sino también la consciencia. Uno corre el riesgo de sentir culpa en presencia de un pelotudo a cuerda, porque se mortifica pensando en la posibilidad de decir algo que pueda sacar a relucir su estupidez y herir susceptibilidades.  ¿Hasta qué punto es lícito, en presencia de un psicótico, ocultar la propia salud mental?

A veces me pasa que, al hablar de ciertos temas, me siento mejor en presencia de “iguales” o “superiores”, y temo herir los sentimientos de quienes considero menos preparados o más nabos. Aclaro que no estoy hablando de ejercer la docencia o entablar una interacción pedagógica con niños.  

Algunos habrán jugado al fútbol en un equipo cuyos integrantes son mejores que uno: ahí sentimos cierta culpa al errar un pase, porque creemos que nuestra presencia resulta mortificante para el resto. Y al jugar con pibes que no la ven ni cuadrada, te podés llegar a aburrir y/o te surgen deseos de mandarlos al carajo. Es un círculo vicioso del que es muy difícil salir. 

Nota al margen: la vejez (y la muerte) nos igualan. A sus 70 años, el Diegote jugará muy parecido al Tata  Brown.

Más allá de la compleja cuestión modernidad/muerte de Dios/surgimiento de la democracia, lo cierto es que el espectro de la igualdad nace en el siglo XVIII y a partir de ahí, la existencia humana trae aparejada ciertos problemas de convivencia.

Está claro que temas como “¿por qué debería tener esto él y no yo?”,  o “¿por qué debería tener esto yo y no él?”, son tan viejos como el mundo. La envidia y el resentimiento nacieron con las sociedades humanas. Ahora bien: antes la respuesta estaba dada por el Destino. Hoy nadie cree en el Destino o, en otras palabras, nadie “acepta su destino”.

ACLARACIÓN OBVIA: no aludo a la igualdad en sentido "político", pues allí “igualdad” es sinónimo de “justicia”. Dicho (muy) esquemáticamente: en toda democracia capitalista, hay una tensión entre libertad e igualdad que es muy difícil de conciliar. “En último análisis, la igualdad es ampliamente horizontal y la libertad, lanzamiento vertical. La lógica de la libertad se resume en esta fórmula: iguales oportunidades para llegar a ser desiguales. La lógica de la igualdad llega al revés: desiguales oportunidades para llegar a ser iguales. El demócrata espera la integración social, el liberal aprecia la emergencia y la innovación. La diferencia es que el liberalismo se apoya en el individuo, la democracia en la sociedad”. (Giovanni Sartori, “¿Qué es la democracia?”)

martes, 4 de octubre de 2011

LECTOR DE LA NACIÓN SE QUEJA DE ENTREVISTAS DE FILMUS A PRESIDENTES LATINOAMERICANOS

La estupidez humana es inagotable: hace tres años, un lector de La Nación escribe al diario contando su profundo pesar porque a Daniel Filmus se le ocurrió entrevistar a diversos presidentes de América latina -¡horror, entrevistas a presidentes latinoamericanos! -por el canal estatal que "pagamos todos". Cree que esas entrevistas deben habernos costado "una fortuna".

Pongo la carta y la respuesta de Filmus:

Señor Director:

Uno de los senadores citados a través de una solicitada para que asista y dé quórum en la Cámara alta está nominado al Premio Martín Fierro, que se entregará el 2 de mayo. Sí, no es un chiste. Emitido por el canal oficial, el ciclo que condujo comparte este buen momento con CQC, La cornisa y 6, 7, 8.

El programa candidato es una producción de la televisión pública, es decir, de todos los argentinos que cumplimos a pie juntillas con nuestros impuestos. Conducido por el legislador Daniel Filmus, estuvo dedicado a entrevistar obsecuentemente a varios mandatarios de la región, incluidos la señora de Kirchner y Hugo Chávez. Estas emisiones no sólo nos habrán costado una  fortuna, sino que por su tarea periodística el senador, cuya gestión ha sido un tanto deslucida desde el día que asumió, debió ausentarse del país en varias oportunidades.

Si en lugar de concurrir al Senado prefiere decicarse a la televisión, ¿no sería, entonces, mejor que dimita a su banca?

Hernán Haines. DNI: 18. 100. 138

Aquí la respuesta de Filmus:


Fuente: http://hernanhaines.blogspot.com/2011/07/conmigo-no-filmus-parte-i.html

Parece que en su momento, a Hernán el tema no lo dejó dormir, porque en su blog le dedica bastante espacio.

Vaya uno a saber qué tendrá de maléfico que un Senador se haga un tiempo para entrevistar a Bachelet, Tabaré Vázquez, Morales, Chávez, Cristina Kirchner... MONTONERO FILMUS, RE NUN CIE!!

sábado, 1 de octubre de 2011

PRIMO LEVI: HURBINEK

(Fragmento de La tregua: relato sobre Hurbinek, un nene de tres años muerto en un campo de concentración nazi).

DIEGO CAPUSOTTO EN LAS CUATRO SILLAS DE MAJUL


El mejor entrevistador que he visto en mi vida se llamaba Fabián Polosecki. Uno de los peores: Luis Majul.

Estuve viendo nuevamente la entrevista que le hizo a Diego Esteban Capusotto, en su programa Cuatro sillas, que consiste en que el entrevistador se siente en una mesa y haga sentar al entrevistado en cuatro sillas distintas: a) una de “estilo Luis XV” que es la cómoda, para las preguntas confortables; b) un banquito incómodo, diseñado para tratar temas “no digamos jodidos” pero sí espinosos, de difícil confesión; c) un pupitre, que refiere al pasado, a “la única época maravillosa de la humanidad, ya perdida, ya muerta” (Capusotto dixit); y finalmente d) una silla que simula el futuro, a la que Capusotto definió como un “útero de utilería”.


En el lugar incómodo le preguntó “¿qué es el humor para vos?”. Luego lo hace cambiar al sillón “Luis XV” que es el cómodo, y le pregunta “¿de qué te reís cuando te reís?”. Cambian las épocas, cambian los técnicos, cambian los jugadores, cambian las sillas, pero las preguntas se parecen, como los hijos y los padres en la canción de Serrat.

Después lo hace sentarse en el pupitre, donde Majul confiesa –de modo lateral y como quien no quiere la cosa- que en su escuela las mesas se salían y había compañeritos que aprovechaban para golpear la cabeza de sus prójimos.

¿Fue Majul el gil del curso? ¿Lo habrán golpeado severamente en el bocho? ¿Será ese el origen de sus investigaciones periodísticas?

Así y todo, la entrevista es muy entretenida, y las respuestas de Capusotto van del disparate a cierta profundidad filosófica. 


¿Qué me gustaría que me pregunten que no me hayan preguntado? Si querés cojer, básicamente.

¿Qué es el humor? 

Supongo que es una especie de respuesta, un ahuyentador de virus, lo más cercano a la sanidad... Supongo que es una mirada impiadosa de lo que nos circunda.

¿Es resistancia?

Probablemente sí, a la fatalidad... y a quienes nos empujan a la fatalidad también. Por eso digo que es una respuesta, porque también tiene siempre un sustento ideológico... Me refiero a que uno sabe de lo que se burla.

El humor como lenguaje que responde a para qué estamos acá y cuál es el sentido del universo, y que probablemente diga "nadie sabe nada, pero nos divertimos".

Me gusta mucho la definición de cultura que Hanna Arendt rescata de los romanos: persona culta es aquella que sabe “cómo elegir compañía entre los hombres, entre las cosas, entre las ideas, tanto en el presente como hacia el pasado”. ¡Qué bueno es estar acompañado por el humor de Diego Capusotto!

Entrevista primera parte.