sábado, 30 de abril de 2011

LA MUERTE DE ERNESTO SÁBATO

Se sabe que, como dijo Heráclito, nadie se baja dos veces a un mismo río, y menos si hace frío (?). Ya no soy un mocoso, y mi adoración por Sábato fue menguando con el paso del tiempo. Digo más: leí "Antes del fin" y "La resistencia" y no me gustaron para nada (1).

Del tema "Sábato almorzó con Borges y Videla" y los derechos humanos y el Nunca más y la "teoría" de los dos demonios -que en rigor no es una teoría sino una metáfora simplista para no entender la historia- y la Conadep, etc.; no voy a hablar, porque es un tema más que remanido.

(Pepe Grillo: ¿y este post no es remanido, pedazo de gil?)

Tal vez su personaje público se vio afectado por cierta imagen de excesiva conciencia de ser el referente moral de los jóvenes, como dicen que fue Tolstoi en su tiempo.

Si nos remitimos a muertes de "famosos", sentí mucho más la desaparición física del "Los negros" Olmedo y Fontanarrosa; o el suicidio de Fabién Polosecki. Ni bien me enteré del fallecimiento de Roberto Bolaño, aunque soy capaz de agarrarme a golpes de puño contra media hincha de Chacarita, ya que soy de Boca y tengo aguante (?), me puse a llorar como un tarado.

Witold Gombrowicz lo admiraba, y Abelardo -"¿el pollo? ¡¡Séee, temazo!!, ¡¡aguante el Carpo!!"- no, Abelardo Castillodecía que estaba de moda pegarle a Sábato, y que era injusto porque el tipo era de los mejores escritores que ha dado la lengua castellana en el siglo XX... o algo parecido, no recuerdo bien. Castillo y Gombrowicz fueron sus amigos, pero si dicen que admiraban su obra pues les creo. Parece que Albert Camus también lo admiraba, o admiraba que lo admirara, o vayunoasabé.

Si de admiración se trata, digamos que Cortázar y Borges no lo querían demasiado: compruébenlo por ustedes mismos acá o aquí.

Sin embargo, yo le agradezco muchísimo porque gracias a sus ensayos y novelas, de purrete conocí montones de autores muy grosos que él nombraba una y otra vez: Dostoievsky, Tolstoi, Sartre, Camus, Kafka, Pascal... Autores cuya lectura no fue suficiente como para contrapesar al boludo autóctono que soy, pero que seguramente me hicieron mejor persona, cuantimenos en algunos aspectos.

¡¡¡Restinpís Don Ernesto!!! Gracias por algunos de sus libros.

PD: ¡¡Qué post culpógeno, la madre que me parió!! Me voy a suicidar y vuelvo.

(1) Ok, esto que digo es un recontra lugar común, como puede comprobar más de uno si dialoga con cualquier estudiante de letras que haya heredado el gusto por el "canon Betty Sarlo".

viernes, 29 de abril de 2011

SIMONE WEIL, EL PERIODISMO Y LA VERDAD

La necesidad de verdad es más sagrada que ninguna otra. Sin embargo, jamás se la menciona. Uno siente miedo de leer cuando se ha dado cuenta de la enormidad de las falsedades materiales exhibidas sin vergüenza, aun en los libros de los autores más reputados. (…)

Hay hombres que trabajan ocho horas durante el día y hacen gran esfuerzo de leer por la noche para instruirse. No pueden dedicarse a hacer verificaciones en las grandes bibliotecas. Creen a los libros. No hay derecho a darles de comer cosas falsas. ¿Qué sentido tendría alegar que los autores son de buena fe? No trabajan físicamente ocho horas por día. La sociedad los alimenta para que tengan tiempo y se tomen el trabajo de evitar el error. Un guardagujas causante de un descarrilamiento no haría muy buen papel alegando su buena fe.

Con más razón es vergonzoso tolerar la existencia de diarios cuando todo el mundo sabe que ningún colaborador puede continuar en él si a veces no consiente en alterar a sabiendas la verdad.

El público desconfía de tales diarios, pero su desconfianza no lo protege.

Muy posiblemente, las palabras de Simone Weil. suenen demasiado radicales. Sin embargo...

EL CANALLA LEGALISTA

martes, 26 de abril de 2011

CHAMPION LEAGUE: BARCELONA VS REAL MADRID

Para todos aquellos que empiezan a criticar el fútbol exquisito del Barcelona sólo porque perdió una final contra un equipo contragolpeador (lo cual es legítimo):

Barcelona va a ganarle al Real Madrid en semifinales, va a jugar la final contra el Manchester United (casi seguro) y será el campeón de Europa. Lo digo para que quede asentado. ¡¡Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Niembro que lo mira (y lamentablemente lo comenta) por TV!!

Por el bien del fútbol espectáculo, y porque es el mejor equipo del mundo, junto con Boca Juniors (?).

lunes, 25 de abril de 2011

LOS BLOGS AUTOREFERENCIALES

"No cualquier cosa, por el mero hecho de haberte sucedido, es interesante para otro. Esto vale tanto para escribir como para conversar" (Abelardo Castillo)

Digamos: ¿a quién puede interesarle el relato a través de un blog del día a día de la vida de un profesor, de un ama de casa o un estudiante de letras? Puede suscitar interés la experiencia cotidiana de una monja que decide dedicarse a la prostitución; o de un escritor que haya sido asesino serial... y ni siquiera. A mí muchos de los fragmentos de Bukowski tienden a aburrirme, y eso que el tipo escribe bastante bien.

Los peores blogs son los que mezclan autorreferencialidad, costumbrismo y cursilería: "soy una persona que disfruta de las pequeñas cosas: el vuelo de las mariposas, una puesta de sol, que me besen la frente, el sonido de la lluvia golpeándome el rostro... ". Los blogs autorreferenciales que me resultan interesantes son aquellos en los cuales quien escribe me entretiene, me divierte o me hace reflexionar a través de su manejo de la verba.

Es un poco lo que plantea Bolaño en “Derivas de la pesada”: un texto que simula o pretende ser crítico, aunque en rigor tiende a la provocación polémica:

“Como la literatura solipsista, tan en boga en Europa, hoy que el joven Henry James vuelve a cabalgar a sus anchas. Una literatura del yo, de la subjetividad extrema, claro que tiene que existir y debe existir. Pero si sólo existieran literatos solipsistas toda la literatura terminaría convirtiéndose en un servicio militar obligatorio del mini-yo o en un río de autobiografías, de libros de memorias, de diarios personales, que no tardaría en devenir cloaca”.


Está claro que hay escritores magníficos que han escrito Diarios muy buenos: Kafka, Pizarnik; o biografías excelentes: el relato sobre Wittgenstein a cargo de Ray Monk; o la Vida de Samuel Johnson de James Boswell. O el brillante -ojo, no recomiendo su lectura si se te acaba de morir un familiar cercano o te dejó tu amada- Libro del desasosiego de Pessoa, enmascarado en su semi-heternónimo Bernardo Soares.

¿Y qué significa saber escribir? Los invito a que lean este fragmento:

“Poniendo el sillón entre dos puertas abiertas para aprovechar alguna inexistente corriente de aire, con un calzoncillo y unas alpargatas viejas usadas como chancletas por toda vestimenta, desde mediodía hasta las dos o tres de la mañana, verá pasar sucesivamente, perdiendo a veces el hilo de las ficciones y a veces sin siquiera fijar los ojos en la pantalla, las informaciones, las series educativas, policiales o del oeste, los programas infantiles, los teleteatros, los cuentistas criollos, los programas destinados a las amas de casa, hurgándose la nariz de tanto en tanto, haciendo una bolita blanda y oscura con su pedazo de moco y dejándola caer debajo del sillón. De tanto en tanto, tendrá algún sobresalto de rebeldía: “Si te la pongo bien dura en la boca”, le dirá mentalmente a la animadora del programa infantil, que se obstinará en hablar con voz aflautada y pueril, como se supone que debe hablársele a las criaturas, “si te la pongo bien dura en la boca, ya vas a ver cómo dejás de hacerte la nena”. (Glosas, Juan José Saer)

viernes, 22 de abril de 2011

VARGAS LLOSA: "LOS SOCIALDEMÓCRATAS TIENEN DEBILIDADES COLECTIVISTAS"

Defendió a Von Hayek y Friedman, los ultraderechistas que respaldaron a Pinochet y fundaron la Sociedad Mont Pelerin que lo invitó a la Argentina. Pero dijo que él nunca apoyó a una dictadura. Una entrevista con Vargas Llosa sobre la economía, Lula, Cardoso, el Estado, los liberales, Sudamérica, Humala y Dostoievski.


Por Martín Granovsky y Silvina Friera

La entrevista completa aquí:

Incorporo otra entrevista que le hizo Martín Kohan. Aclaro que no voy a juzgar a VLL como literato (todavía no he leído sus libros) sino como político, porque el debate que suscitó su presencia tuvo y tiene un caracter en gran medida político.

Me gustaría ir refutando muchas de las inexactitudes que expresó Vargas Llosa -una persona que discutiendo sobre política me parece un mero "panfletario"-, pero me llevaría bastante tiempo y no tendría demasiado sentido dado que el "debate" está muy polarizado. Además ya hay muchos sitios que lo han hecho mejor que yo. Lo que sí me ha parecido interesante es que finalmente leo una auténtica entrevista, con preguntas y re-preguntas, en lugar de una invitación al monólogo y a que el tipo diga cualquier burrada sobre economía o teoría política, sin recibir ninguna réplica que contribuya a enriquecer el debate de ideas. Hay diversos sitios, como el de Ricardo, o Latinoamericano, que se ocupan de discutir sus respuestas. Y en este sitio se discuten sus posiciones desde el punto de viste económico.

Para matizar o contradecir las opiniones reduccionistas de Vargas Llosa sobre "liberalismo", me permito citar libros de dos autores de tendencia "liberal", y otro que fue un economista brillante:

Liberalismo viejo y nuevo, de José Guilerme Merquior; los libros del premio Nobel de economía Joseph Stiglitz; y el brillante La gran transformación, de Karl Polanyi. (que en su edición castellana trae un prólogo del mismo Stiglitz).

En la entrevista que le hace Kohan, VLL aduce que Menem no aplicó políticas auténticamente liberales porque su política vino acompañada de una corrupción "espantosa" y "terrible". En El malestar de la globalización, Stiglitz dice:

"El apoyo, las políticas -y los miles de millones de dólares del dineo del FMI- no sólo pudieon permitir que el Gobierno corrupto con sus políticas corruptas permaneciese en el poder, sino incluso mitigar la presión en pro de reformas más significativas. Hemos apostado por favorecer a algunos líderes y promover estrategias concretas de transición. Algunos de esos líderes han resultado ser incompetentes, otros corruptos y otros las dos cosas a la vez. No tiene sentido aducir que las políticas eran acertadas pero no fueron aplicadas bien. La política económica no puede predicarse sobre un mundo ideal sino sobre el mundo tal como es".

Un manual como el de Merquior, a mi juicio, resulta de lectura más interesante que los lugares comunes que sobre el "liberalismo" repite VLL. Incluso "Liberalismo y democracia" de Norberto Bobbio es un librito corto y muy interesante. Obviamente me parece perfecto que VLL diga lo que le parece, dado que:

"Si crees en la libertad de expresión entonces crees en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan. Por ejemplo, Goebbels estaba a favor de la libertad de expresión para los puntos de vista que compartía, igualmente Stalin. Si estás a favor de la libertad de expresión, eso significa que estás a favor de la libertad de expresión precisamente para los puntos de vista que no compartes, de otra forma, no estarías a favor de la libertad de expresión" (Noam Chomsky)

La lectura del libro de Polanyi nos permite debatir con las ideas de Ludwig von Mises y su famoso estudiante: Friederich Hayek, tan admirados por VLL. Al decir de Stiglitz:

"En el corto plazo, Mises y Hayek tuvieron poca influencia. Desde mediados de los años treinta y hasta los sesentas, las ideas económicas keynesianas, que legitimabanuna conducción activa gubernamental de la economía, dominaron las política nacionales en Occidente. Pero después de la segunda Guerra Mundial, Mises y Hayek fueron incansables promotores del liberalismo de mercado en los Estados Unidos y el Reino Unido, y de manera directa inspiraron a seguidores tan influyentes como Milton Friedman. Hayek vivió hasta 1992, lo suficiente para sentirse reivindicado por el colapso de la Unión Soviética. Para la época de su muerte, se le celebraba como el padre del neoliberalismo, la persona que inspiró tanto a Margaret Tatcher como a Ronald Reagan en sus políticas de desregulación, liberalización y privatización. Sin embargo, ya desde los años veinte Polanyi desafiaba directamente los argumentos de Mises, y la crítica a los liberales de mercado siguió siendo su preocupación teórica central" ("Introducción" de Stiglitz a "La gran transformación" de Polanyi, página 23, FCE, 2003)


Sobre el populismo no voy a extenderme porque es un tema arduo. Durante la entrevista, VLL hace referencia a la a mi juicio interesante polémica entre Sartre y Albert Camus. Recuerdo que, en muchos aspectos, Camus llevaba la razón contra Sartre. Sólo me permito citar una frase de Foucault extraída de La verdad y las formas jurídicas:

“Las utopías proletarias socialistas gozan de la propiedad de no realizarse nunca (…), las utopías capitalistas (…), desgraciadamente, tienden a realizarse con mucha frecuencia”.

Sin embargo, y a contramano de VLL, me parecen muy interesantes las lecturas de Camus que hace el pensador palestino Edward Said:

Said lee al Camus de El extranjero (1942), La peste (1947) y El exilio y el reino (1957) en relación con la experiencia imperial francesa. Y lo aborda como un caso representativo de cómo, con el tiempo, se han desvanecido los hechos de la realidad imperial que tan claramente podrían observarse en las obras de éste.

"No menoscabo su talento como escritor; Camus tiene un estilo maravilloso y es ciertamente un novelista ejemplar en muchos aspectos. Sin duda habla de la resistencia, pero lo que me molesta es que se le lea fuera de su contexto, de su historia. (...) Nació y creció en un lugar de la costa cercana a la ciudad de Argel -Annaba en árabe, Bône en francés-, que se convirtió en un poblado francés en los años 1880 y 1890 (...) Meursault, en El extranjero, mata al árabe, de quien Camus no da el nombre ni la historia. El juicoi de Meursault, al final de la novela, es una ficción ideológica. Jamás ningún francés fue enjuiciado por matar a unárabe en la Argelia colonial. Eso es una mentira. Por consiguiente, él está fabricando algo.

En su novela posterior, La peste, la gente que muere en la ciudad son árabes, pero no se les menciona. Los únicos importantes para Camus y para el lector europeo de entonces, e incluso el de ahora, sonlos europeos. Los árabes están ahí para morir. Curiosamente, la historia siempre se interpreta como una parábola o una alegoría de la ocupación alemana en Francia. Mi lectura de Camus, sobre todo de sus últimas historias, se inicia con el hecho de que, a finales del decenio de 1950, él se manifestó en contra de la independencia de Argelia. Incluso comparó el FLN con Abdel Nasser en Egipto, después de Suez, en 1956". (Edward Said, "Las pluma y la espada", páginas 71-72)

miércoles, 20 de abril de 2011

¿QUIÉN FUE EL MEJOR JUGADOR DE TODOS LOS TIEMPOS, MARADONA O MOUCHE?

Votá GH(espacio)Mush (Bianchi dixit) si creés que Pablito fue el mejor; y GH(espacio)Diegote si creés que Maradona lo superó. El mensaje cuesta 45 pesos más IVA (y nunca hacía un gol).

Téno miedo de que Pablito sea como Guti en Real Madrid: una eterna promesa.

Además: ¿cómo carajo puede hacer un gol un pibe que se corta el pelo como un flogger? Eso lo sabe cualquiera: las tribus urbanas que juegan bien al fútbol son: cumbias (los mejores); rolingas (buenos pero medio amargos); heavies (defensores aguerridos); ricoteros (casi tan buenos como los cumbias)... pero... ¿CUÁNDO CONCHA UN EMO O UN FLOGGER HAN JUGADO BIEN AL FÚTBOL CA-RA-JO?

Algunos dicen que a Mush le falta "serenarse" para aprender a definir. Yo creo que cuando Pablito se serene se va a dar cuenta de que tiene que dejar el fútbol.

Post Scriptum: Y no me vengan con eso de que tiene guita, sale con Luly Fernandez, es joven, juega en la primera de Boca y lo convocaron para la selección. Al hincha de fútbol lo maltratan, le cobran un fangote por ir a la cancha a ver partidos donde los protagonistas casi nunca logran dar tres pases seguidos... corrés el riesgo de que te caguen a trompadas, los baños son impresentables, las derrotas (pero también las victorias) no son mérito nuestro... ¿Encima me quieren sacar el derecho a ser un resentido? ¡¡No señor!! Yo si de casualidad veo a Cristiano Ronaldo por la calle le grito: "¡¡fracasado, al lado de la pulga no existís!!", y cosas así, hasta que se me salgan los pulmones del cuerpo.

lunes, 18 de abril de 2011

BOCA JUNIORS Y SWIFT

Parece ser que Gulliver, en uno de sus viajes, fue a  la Bombonera. Allí relató como los caballos viven en una virtuosa república donde conversan, caminan en dos patas y almuerzan manipulando cuchillo y tenedor. Los jugadores de Boca, en cambio, trotan, pastan y descargan su excremento en la cancha.

Según mi amigo gallináceo Dieguito "Acorazado" Potemkin,  "Boca es Macri: conservador, temeroso... calculador... psicópata".

domingo, 17 de abril de 2011

TEMPLE DE ACERO - TRUE GRIT

Recuerdo una película buenísima del director estadounidense de origen húngaro Michael Curtiz -cuyo verdadero nombre era Mano Kerstez Kaminer- titulada Angels with dirty faces (Ángeles con caras sucias). La película es de 1938, y uno de los actores principales era Humphrey Bogart.

Hay una escena donde al gangster principal, muy corajudo y temerario, lo condenan a la silla eléctrica. El pastor del barrio sabe que los chicos lo adoran y lo tienen como referente, por eso le pide que cumpla su condena como un cobarde, para destruir el mito y que los pibes no sigan sus pasos.

Lo extraordinario es que el tipo simula estar llorando; finge una cobardía que no siente y elige pasar a la historia como un cagón.

El escritor chileno Roberto Bolaño decía que el oficio literario estaba poblado de gente estúpida y miserable, que le daba a su obra una importancia desmedida. Algunos artistas actúan como Pituca: creen ser el mejor culo para su sillón, sin asumir el carácter efímero y contingente de la vida humana. Parafraseando a Borges: nuestra meta es el olvido, y hemos llegado antes.

En fin, no sé qué tiene que ver, pero la cuestión es que terminé de ver la remake de Temple de acero (1969), una de las últimas películas de Henry Hathaway como director y de John Wayne como protagonista, realizada en 2010 por los hermanos Coen. La película me gustó, pero fue menos de lo que esperaba. Tal vez la mala calidad de la copia, o el hecho de que puse demasiadas expectativas... El film trata de una nena que quiere vengar el asesinato de su padre, para lo cual contrata los servicios de un Texas Ranger borracho y temerario, alguien que no vacila en disparar toda vez que cree necesario hacerlo. Y luego la moral maniquea donde justicia y crimen son más o menos lo mismo, y tal.

Ahora, ¿soy yo, son los Coen, es que uno mira muchas películas y ya le cuesta sorprenderse? Voy a ver si más adelante le doy otra oportunidad, porque la verdad es que las películas de los Coen siempre me gustaron muchísimo.

jueves, 14 de abril de 2011

ENTREVISTA A CÉSAR GONZÁLEZ: "DESDE LOS LIBROS A UN PROYECTO DE VIDA"

La desgrabé el miércoles 5 de enero de 2011 (la mudé de otro blog)

Entrevista emitida en "Caminos de Tiza", programa de la televisión pública, el 18-09-2010.


"Al deseo, acompañado de la idea de satisfacerse, se lo denomina esperanza; despojado de tal idea, desesperación". (Thomas Hobbes)

"Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad; la única irreal es la reja". (Haroldo Conti)

¿Dónde naciste?

Nací y vivo actualmente en el barrio Carlos Gardel, que queda en El Palomar. Hasta hace dos años atrás era una villa común y corriente de tantas que siempre poblaron el conurbano bonaerense. Actualmente tenemos casas dignas que llegaron a través del plan de viviendas federal, pero sigue siendo el barrio. Hubo un avance en cuanto a dignidad y en cuanto a bienestar social... el barrio estaba muy roto, muy vacío, muy saqueado. Yo me crié en un contexto bastante difícil.

¿Familia numerosa?

Sí, yo soy el más grande de siete hermanos. Mi mamá es madre soltera, y esa es una realidad muy habitual de los barrios, donde las madres tienen muchos hijos. Es una realidad evidente que uno no puede negar. Pero bueno, digamos que hay muchos obstáculos, ¿no? Ya nacer en un contexto así es un obstáculo de por sí. Pero yo amo a mi barrio: amo la gente, amo la esencia, la cultura de mi barrio.

¿Ibas a la escuela en ese barrio?

Digamos que yo tuve una infancia normal, como tiene un pibe del barrio, de una villa. Uno ya de chico va viendo panoramas bastante difíciles, y todos esos panoramas difíciles se van cargando, se van cargando en el inconsciente. Llega un momento muy difícil y que para mí es decisivo que es el de la adolescencia, donde toda esa carga que viene de la infancia necesita ser descargada: todo eso que está en el inconsciente: de una infancia dura, difícil, triste, necesita explotar. El pibe a los trece o catorce años necesita descargarse de esa realidad. A diferencia del pibe de otra clase social, el pibe de clase baja explota para mal, haciéndose mal a él mismo y a terceros, explota en el delito.

¿Querés decir con acciones más que con reflexión?

Con acciones, sí, pero tampoco podés pedir mucha reflexión cuando no hubo una educación digamos... que realmente marcara la vida de uno. Pero no te digo sólo "ir a la escuela". Yo soy de una generación, con 21 años, que se crió con dos presidencias de Menem; generación que se crió al ritmo de la desocupación, el hambre, la miseria. Digamos que si vos te criaste con ese contexto, es muy difícil que puedas hacer otra cosa de tu vida. Las únicas alternativas que aparecen para los pibes, si no es robar, es laburar en una fábrica en negro, o tener un trabajo de mierda.

¿Y la soledad y no tener con quien hablar e intercambiar también?

Sí, la soledad está, porque es verdad que te sentís solo; pero no te sentís solo adentro del barrio, te sentís solo afuera. Sentís que la sociedad te dejó solo.

Desprotegido...

Sí, exactamente. Excluido no, yo no creo que exista la exclusión, porque excluido del sistema económico reinante no está nadie, nadie está fuera del sistema. Hoy en día, desde la molécula más chica hasta la más grande, tiene un precio, un precio monetario. Así que la exclusión económica no existe. Para mí en los barrios, en las villas, lo que hay y tengo la esperanza que deje de haber es una exclusión cultural, es una exclusión simbólica y una exclusión psicológica. Exclusión cultural porque la sociedad piensa que un pibe de la villa está condenado a ser ignorante y a tener un conocimiento completamente limitado que no le va a dejar progresar.

¿Y qué recuerdos tenés de tu escolaridad? ¿Los maestros confiaban en tus potencialidades, cómo fue esa etapa?

Buena, pero te voy a explicar cuán determinante es el contexto social para un ser humano... hoy en día dejó de ser condicionante: es determinante. Yo de chico era estudioso, me gustaba lengua, la historia, me gustaba aprender. Pero fijáte ya el contexto a los trece o catorce años me mostró la merca, me mostró las armas, me mostró que nunca tuve nada y si salía a chorear podía tener algo, algo material que nunca había tenido.

¿Caminos fáciles?

Yo no sé si son caminos fáciles. Yo no caigo en esa lógica general de decir "ah, caes en la fácil". No sé si es fácil que un pibe de trece años...

Fácil por los resultados rápidos digo...

Sí, pero si vos lo pensás como fácil quiere decir que "ah, al pibe no le importa nada". Cuando sale a robar el pibe está arriesgando su vida y la de otros. ¿Eso es fácil? Para mí eso es muy difícil, es algo que hay que pensarlo profundamente. Eligen lo que les enseñaron, lo que tiene a mano, lo que le ofrecieron. ¿Qué les ofrecen a cambio de enseñar? ¿Cuál es la herramienta que le ofrecieron en su momento?

¿Es difícil decir no?

Es muy difícil, ya te digo.... Por eso quería terminar con la idea de la exclusión cultural y simbólica. Porque si vos te criás con una cultura donde al escuela estuvo quebrada... Durante el menemismo y el gobierno de De la Rúa, la escuela se mantuvo por la buena predisposición de los maestros, por el buen corazón de ellos, que si no hoy, la situación sería aún más desastrosa.

Divorciada de los padres, de la familia.

La familia en una villa está completamente diluida, no hay una contención. La mayoría de los pibes que conozco pasamos por lo mismo: madre soltera, o papá en cana, o era borracho, o lo mató la policía, o quedó paralítico. Hay otro modelo de familia en una villa, de vida y de relaciones. Yo me crié en una cultura donde héroe era el que robó un blindado o el que mató un policía. Héroe no era San Martín o Belgrano. ¡Ojo con la educación! A mí, en la escuela, y por más que haya terminado el secundario estando encerrado, la verdadera sabiduría, el verdadero conocimiento y la verdadera reflexión la traje por caminos independientes a la educación común. La escuela es "2 + 2 cuatro, y el 17 de agosto conmemoramos la muerte de San Martín", nada más. A mí en la escuela no me enseñaron de la Revolución cubana, qué existieron pensadores como Marx o Nietzsche, pensadores que dijeron algo distinto. Yo me tuve que enterar que el Che era argentino porque lo leí un libro, no me lo enseñaron en la escuela.

Entonces no te enseñaron la historia desde los excluidos.

No te enseñan a pensar, pienso yo; a formar una ética. Yo te estoy haciendo un panorama desde mi infancia, pienso que en la actualidad el panorama es más optimista.

¿A qué edad entraste a la cárcel, César?

A mis 16 años recién cumplidos.

¿En la cárcel hay mucho tiempo libre?

No sé... sí, en el sentido de que te obligan a pasar 10 o 12 horas dentro de una celda. Es tiempo reprimido, amoldado, que te manejan otros: la guardia, el juzgado.

¿Y cómo terminaste el secundario?

Porque en una institución de encierro, la escuela está. Los pibes van a la escuela. Yo al pasarme cinco años ahí, aproveché y terminé la secundaria, que me llevó casi cuatro. Son objetivos... yo no te puedo decir, o afirmar, o pensar que la cárcel como mecanismo puede ser un modelo de reinserción o de recuperación. Eso no existe. La cárcel no sirve: si vos entraste mal, salís tres veces peor.

¿Y a vos eso cómo no te pasó?

Yo empecé a pensar, a interrogarme, a buscar razones adentro mío. Empecé a quererme a mí mismo.

Empezaste a interrogarte.

Empecé a interrogarme y empecé a interrogar todo. Empecé a decirme: "ah, mirá vos, a mí de chico me gustaba estudiar. ¿Qué hubiera pasado si hubiese nacido en otro lado, si en lugar de haber nacido en una villa hubiese nacido en un hogar de clase media? ¿Hubiese terminado preso o hubiese terminado la secundaria y la universidad en tiempo y forma?". Pero terminé preso, cometiendo delitos, con seis balazos de la policía, al borde de la muerte... caí preso con 16 años y pesando 50 quilos de la cantidad de cocaína y pastillas que tomaba. Digamos que hubo un momento en el encierro que yo dije "o me resigno a que mi vida pase por un penal, o a que la policía me mate tempranamente, o me aferro a creer que puedo hacer otra cosa... pero me aferro con todo, con todo".

¿Y todo eso fue solo o recibiste ayuda?

No, no. Solo no se puede, es empíricamente imposible. El ser humano solo creo que no puede hacer nada. Yo estuve en cuatro institutos de menores y en dos penales: nada por dentro de lo institucional me ayudó a cambiar como cambié. A mí me ayudó una persona que iba a dar un taller voluntario de magia, que lo conocí en el Instituto Belgrano cuando yo llevaba más de un año y medio de encierro... Lo que me llamó la atención, lo novedoso, lo que apareció en mi vida y sin lo cual no creo que hubiese cambiado es que él daba magia y nos hablaba de la vida y obra de gente como Rodolfo Walsh, de Jorge Masetti, de filósofos como Michel Foucault, J. P. Sartre. Al principio lo mirábamos como diciendo "de qué habla este loco", y daba el taller de magia adentro del pabellón.

Pero era también casi un taller de lectura.

Era un taller de... era un taller de amor para mí. Era alguien que nos traía afecto cuando para todos éramos... y los pibes son monstruos sociales, son personas malignas por naturaleza; él venía y nos decía que estábamos ahí porque éramos consecuencia del sistema, que no éramos malos. Nos abrió la cabeza, y a mí me la abrió de tal manera que hasta el día de hoy se sigue expandiendo, ¿me entendés?

Y una vez que se abre no para más, ¿no?

Una vez que la venda se cae de los ojos, o no parás más o te hacés el boludo de lo que viste y llevas una vida de farsante, como hacen muchos.

¿Él te llevó libros?

Sí, él fue el primero que me acercó un libro realmente que me interese. Porque me habían alcanzado libros anteriormente: desde la escuela... Un defensor de un juzgado que tuve me acercó un libro de Borges y Bioy Casares, pero leía una página y me aburría, me cansaba la vista.

¿Cuál fue el primer libro que recordás que te atrapó?

Yo el primer libro que recuerdo me dio él fue "De Ernesto al Che", que lo escribe Calica Ferrer, quien fue compañero del segundo viaje -el definitivo- del cual el Che no volvió más hasta que hizo la revolución.

¿Y esa historia de vida te conmovió?

Dije "ah, el Che no es solamente una remera, una banderita: nos dejó un legado, una obra, una enseñanza". Y empecé a leer frases como "hay que sentir cada injusticia como propia", o "el verdadero revolucionario tiene que estar ligado por el sentimiento de amor". La palabra capitalismo, que a mí me sonaba... no sé, la habré escuchado por ahí pero no tenía la más pálida idea del significado.

Entonces los libros, las lecturas, te iban planteando nuevas preguntas.

Sí, y me estaban mostrando algo nuevo en mi vida que me hacía sentir bien. Porque yo me sentía muy mal conmigo mismo... sentía mucho odio hacia mí mismo y hacia los demás: hacia la sociedad, los jueces, los fiscales.

¿Resentimiento?

Un gran resentimiento que quería materializarlo en sangre: "el día que salga voy a seguir robando porque odio la sociedad por terminar acá dentro". En cambio conocer a mi amigo Patricio, conocer la lectura, abrir mi cabeza, me ayudó a empezar a transformar ese resentimiento en arte, poesía, reflexión.

¿Y cuando leíste ese primer libro que tanto te impactó, el de la vida del Che, había obstáculos que encontrabas en la lectura o no?

Sí, más vale, las limitaciones de toda persona que está empezando a leer y no lo tenía como hábito. Creo que el primer libro me habrá llevado como tres meses... a lo primero leía dos páginas por día, como máximo. Después fui progresando y, estando encerrado, a los libros me los comía.

¿Vos sentías que a medida que ibas leyendo, cada vez eras mejor lector?

Sí, cada vez iba conociendo más palabras, incorporando términos, iba al juzgado e incorporaba otro léxico. Empecé a incorporar, incorporar, a decirme "bueno loco, acá tengo vida, acá hay un camino".

¿Eso te llevó a bifurcarte en distintos géneros literarios?

Sí, porque en un comienzo fue paralelo al camino de mi amigo. Todo libro que leía él me los pasaba a mí. A lo primero leíamos Rodolfo Walsh, Masetti, la historia del PRT-ERP, los montoneros, la lucha armada en la Argentina, la lucha armada en otros países. Llegó un momento en que eso nos agotó, y empezamos a profundizar. Al principio dije "me voy al ensayo político", y después no quería (ni quiero) frenar en nada, en ningún concepto: el marxismo, literatura fantástica, la novela, literatura anglosajona... no todos los yanquis son capitalistas y malas personas... En los Estados Unidos existió Hemingway, Bradbury, Edgard Allan Poe; en Inglaterra también hubieron grandes escritores: Oscar Wilde (Aclaración: Wilde es irlandés, no inglés)...

¿Y esos libros siempre llegaban de la mano de tu amigo?

Sí, en un comienzo sí; durante un año o año y medio. Luego vinieron de otros lados.

Paralelamente con esas lecturas ibas haciendo la secundaria.

Paralelamente hacía la secundaria, paralelamente seguía viviendo con los pibes, paralelamente seguía siendo un tumbero más. No es que porque yo empezaba a leer salía y le decía a los pibes "chicos, la verdad que me di cuenta que hay que ser sensible". No, había que sobrevivir, porque la cárcel es un lugar de mierda, súper hostil, súper difícil, súper doloroso: pasás hambre, la requisa te caga a golpes dos o tres veces por semana, o en los institutos te inyectas para que duermas y no molestes, o en un penal te viven quebrando los huesos porque "ah, no podés abrir la boca". Digamos que yo leía de noche.

La literatura te atrapaba, y a la vez: ¿contagiaba a quienes te rodeaban?

Algunos se han contagiado, pero no con la potencia que me contagié yo. Eso no lo puedo desconocer. He hecho circular un montón de libros. Para mí era un súper logro invitar a otros pibes a que lean.

¿Y los profesores que tenías en la secundaria, hiciste algún vínculo?

Sí, hay vínculos que sigo manteniendo hasta el día de hoy... para ellos era muy importante. En algunos, en los sensibles: los que iban por ayudar, y no los que iban simplemente a buscar un sueldo. De los profesores sensibles yo tengo un muy buen recuerdo, porque cuando yo empecé a leer, primero generó una sorpresa y muchos se conmovieron, o dijeron "guau, al fin uno". Pero yo era muy crítico una vez que empecé a pensar adentro de la cárcel... y así me fui: me han roto los huesos muchas veces. Eso me pone orgulloso, aunque en su momento fue triste hoy miro para atrás y puedo estar sanamente orgulloso.

A ver, hablamos de libros de ensayo, libros de política, de la novela... ¿y con la poesía qué te fue pasando?

Empecé con el ensayo, seguí con la literatura fantástica... y la poesía surgió empezando a ponerle letra a lo que estaba surgiendo en mi cabeza. A lo primero, no te voy a negar, escribía "la casa eh... la celda sucia y el empleado con su traje negro", o si no la rima, no podía escaparle a la rima: "quiero rimar para así poder cargar, después escoger", y no podía escaparle. Pero me sentía bien, era una escritura novata, pero me hacía sentir bien como persona.

Y a medida que leías poesía, ¿sentías que tu escritura era más valiosa?

No, yo no soy un gran escritor de poesía, no soy un gran conocedor del estilo. Conozco algunos autores que para mí fueron fundamentales: por ejemplo Oliverio Girando.

Bueno, ¡casi nada!

Leyéndolo dije "ah, no tiene que tener una estructura el escribir, no hay que seguir necesariamente un orden". Oliverio hizo un quilombo bárbaro con las palabras, fue un revolucionario de las palabras, fue un rebelde. Me dio libertad. A lo primero estaba limitado por querer caer bien con lo que escribía, una vez que entendí eso no me importó más caer bien. Otro ejemplo fue Nietzsche. Ahora soy admirador de las letras del Indio Solari... me gusta García Lorca, Neruda. Dentro de lo poco que sé me gusta eso.

Blog de César González:

miércoles, 13 de abril de 2011

MONÓLOGO DE JOAQUÍN FONT. FRAGMENTO DE "LOS DETECTIVES SALVAJES" DE BOLAÑO

Joaquin Font, Clínica de Salud Mental El Reposo, camino del Desierto de los Leones, en las afueras de México DF, enero 1977. Hay una literatura para cuando estás aburrido. Abunda. Hay una literatura para cuando estás calmado. Esta es la mejor literatura creo yo. También hay una literatura para cuando estás triste. Y hay una literatura para cuando estás alegre. Hay una literatura para cuando estás desesperado (…)

El lector desesperado (…) se trata de un lector adolescente o de un adulto inmaduro, acobardado, con los nervios a flor de piel. Es el típico pendejo (perdonen la expresión) que se suicida después de leer el Werther. Segundo: es un lector limitado. ¿Por qué limitado? Elemental, porque no puede leer más que literatura desesperada o para desesperados, tanto monta, monta tanto, un tipo o un engendro incapaz de leerse de un tirón En busca del tiempo perdido, por ejemplo, o La montaña mágica (en mi modesta opinión un paradigma de la literatura tranquila, serena, completa), o, si a eso vamos, Los miserables o Guerra y paz. Creo que he hablado claro, ¿no? Bien, he hablado claro. Así les hablé a ellos, les dije, les advertí, pospuse en guardia contra los peligros a que se enfrentaban. Igual que hablarle a una piedra. Otrosí: los lectores desesperados son como las minas de oro de California. ¡Más temprano que tarde se acaban ¿Por qué? ¡Resulta evidente! No se puede vivir desesperado toda una vida, el cuerpo termina doblegándose, el dolor termina haciéndose insoportable, la lucidez se escapa en grandes chorros fríos. El lector desesperado (más aún el lector de poesía desesperado, ése es insoportable, créanme) acaba por desentenderse de los libros, acaba ineluctablemente convirtiéndose en desesperado a secas. ¡O se cura! Y entonces, como parte de su proceso de regeneración, vuelve lentamente, como entre algodones, como bajo una lluvia de píldoras tranquilizantes fundidas, vuelve, digo, a una literatura escrita para lectores serenos, reposados, con la mente bien centrada. A eso se le llama (y si nadie le llama así, yo le llamo así) el paso de la adolescencia a la edad adulta. Y con eso no quiero decir que cuando uno se ha convertido en un lector tranquilo ya no lea libros escritos para desesperados. ¡Claro que los lee! Sobre todo si son buenos o pasables o un amigo se los ha recomendado. Pero en el fondo ¡lo aburren! En el fondo esa literatura amargada, llena de armas blancas y de Mesías ahorcados, no consigue penetrarlo hasta el corazón como sí lo consigue una página serena, una página meditada, una página ¡técnicamente perfecta! Les avisé de los peligros. ¡No agotar un filón! ¡Humildad! ¡Buscar, perderse en tierras desconocidas! ¡Pero concordada, con migas de pan o guijarros blancos! Sin embargo yo estaba loco, estaba loco por culpa de mis hijas, por culpa de ellos (se refiere a Belano y Lima), por culpa de Laura Damián, y no me hicieron caso”.

PESSOA ES, QUIZÁ, EL EJEMPLO PARADIGMÁTICO DE "ESCRITOR DESESPERADO":

VINDICACIÓN DE SEBASTIÁN DE CARO

Una persona con los bigotitos y la onda de Mario Bros, que trabajó en “Montaña Rusa” con Eric Grimberg, escucha a Ozzy Osbourne y es capaz de relacionar las distopías de George Orwell y William Golding con las bravuconadas de Cristian U en un debate de Gran Hermano por Telefé.

Sebastián de Caro corporiza la quintaesencia de los postulados de Gilles Lipovetsky o casi diría Baudrillard. Alguien capaz de construir relatos donde conviven, en una misma frase, entes tan disímiles como Lemmy Kilmister, Luke Skywalker, una planchazo de Blas Giunta, el fragmento de una tragedia griega y un comentario intrascendente de algún integrante de bigbráda está, en mi opinión, al nivel de Ártur Shopenjáua.

Lamentablemente, las frases y escritos que uno lega a la posteridad están a merced del enfriamiento de la Tierra, y nuestro legado está lleno de uno o lleno de la época y se precipitará en el abismo final en el que todas las épocas se precipitan. Un Homero, un Kafka o un De Caro no pueden más que la extinción del Sol o el choque de un cometa contra el globo terrestre. La meta es el olvido, y hemos llegado antes.

Para finalizar, un video un tanto pavo de nuestro héroe ejerciendo la crítica posmoderna:

http://www.youtube.com/watch?v=wc_ey6WhRZM&feature=related

martes, 12 de abril de 2011

LOS PERROS PEKINESES

¿Cómo puede ser que haya personas capaces de cuidar, alimentar y acariciar tiernamente a un perro pekinés durante días, meses e incluso años?

Si vos me decís que su proximidad favorece la cura del cáncer te lo entiendo... Si vas a la casa de los padres/abuelos de la mujer de tu vida y aparece un can de esa naturaleza le tirás una caricia esporádica para quedar bien, pero de ahí a tenerlo en tu casa...


El ídolo de la juventud, Cristian U (?), jamás tendría un perro pekinés, y por eso tiene chances de ganar Gran Hermano.
¿Te cuida de los ladrones, es guardián, ladra lindo, es veloz, tiene fuerza? ¿Para qué carajo sirve? ¡¡Digamelón, para qué sirve???


Es un perro diseñado para hacerle compañía a señoras aburridas que no se pierden ninguna producción de Polka y salen a baldear la vereda en ruleros y chancletas tipo "condorito" con medias de tobálla blancas entre los garfios de los piéses.

domingo, 10 de abril de 2011

EL CISNE NEGRO - BLACK SWAN

Título: Cisne negro. Título original: Black Swan. Dirección: Darren Aronofsky. País: Estados Unidos. Año: 2010. Fecha de estreno: 18/02/2011. Duración: 103 min. Género: Drama, Thriller. Reparto: Mila Kunis, Natalie Portman, Christopher Gartin, Winona Ryder, Sebastian Stan, Vincent Cassel, Barbara Hershey, Janet Montgomery, Toby Hemingway, Kristina Anapau. Guión: Mark Heyman, Andres Heinz.

No digo que no existan mejores películas, no digo que sea expresión de una obra de arte sublime que será recordada por los siglos de los siglos, no digo, no digo y no digo. Sólo digo que disfruté mucho viendo “El cisne negro” (Black Swan). Es la historia de Nina (Natalie Portman): una bailarina psicótica y extremadamente autoexigente que vive para su profesión, hasta el punto de renunciar a "dejarse llevar” por los placeres mundanos. Su madre es una suerte de Bernarda Alba yanqui, aunque más joven y con sólo una hija –en lugar de cinco- para volcar toda su líbido al servicio del panoptismo(?) maternal asfixiante.

En cierto sentido, la diferencia entre una madre "culpógena" y otra que lo es menos, radica en la diferencia entre éstas dos frases: "¿qué hiciste?" y "¿qué ME hiciste?".

El carácter disciplinado y la sexualidad reprimida y apolínea de Nina contrasta con la personalidad dionisíaca e instintiva de Lily (Mila Kunis): una mina capaz de mirarte fijo, pestañear, sonreír y convencerte de que tenés que votar a Biblita Carrió en las próximas elecciones.

Sabemos que los gustos personales son, en cierto modo, tan tautológicos como la rosa de Angelus Silesius: “La rosa es sin porqué/ florece porque florece”.

O, como diría el poeta mejicanospañol Ron Damón Jiménez: “no la toques más, que así es la rosa”.

Siempre hay cierto misterio injustificable que hace que a uno le guste determinada experiencia artística. Seguramente el argumento no sea demasiado original, o la película pueda llegar a tener pasajes previsibles. Para mí entretiene, atrapa y seduce: con eso me basta y me sobra. 
La manera en que Natalie Portman se deja arrastrar por el desenfado sensual del personaje de Mila Kunis, como por ejemplo la escena donde Lily la lleva a un boliche donde pasan “música para pastillas”, es muy interesante. El tema que pasan en la disco es “Don’t think” de Chemical Brothers: una suerte de metáfora del “dejarse ir”. Es más, la letra dice "don't think, just let it flow":

La película plantea un argumento donde no se sabe qué porcentaje de lo acontecido es real y cuánto obedece a los fantasmas alucinatorios y febriles de la paranoia de la protagonista.


No cuento las escenas que más me gustaron porque no quiero "quemarle" la película a nadie. Sólo agrego que los géneros son, en cierto modo, máquinas de narrar donde se sabe que ciertos procedimientos son, a priori, más efectivos que otros. Existe cierta dicotomía -a mi juicio bastante perimida- entre la "cultura de masas", que trabaja con la repetición de fórmulas probadas; y la “alta cultura”, que juega con la idea de lo irrepetible, de lo único, de lo original. Podría decirse que la industria cultural, cuando está hecha con calidad, es capaz de jugar con ambos registros y salir airosa. A mi juicio, Aronofsky logra sacar adelante su propuesta.

Quiero decir: seguramente para muchos la película está inflada por la maquinaria hollywoodense. Tal vez le “robe cosas” a Polanski o lo que fuere. Para mí, la cuestión no radica en “no robar” (todos lo hacen/hacemos) sino en saber hacerlo. A mí la película me suscita algunas reminiscencias de Mullholland Drive de David Lynch.

Por lo demás, han pasado demasiados años de historia del cine como para no admitir que la innovación y la originalidad son muy difíciles de lograr en los tiempos que corren. Algo similar ocurre con el rock: hay cierta "hiperestesia", cierto espíritu de deja vu en las nuevas bandas que van surgiendo. Por eso hace rato que decidí dejar de lado tanta pretensión, aunque no siempre sea recomendable, y entregarme al disfrute de películas como la de una bailarina que intenta lograr la perfección artística bailando un famoso valet de Tchaikovsky.